China: Wangfujing
La zona de Wangfujing, que las guías de viaje comparan generosamente con los Campos Eliseos de París, muestra sin complejos un lujo y una serie de alternativas de consumo que las capitales occidentales suelen disimular. Uno de los ejemplos más paradigmáticos es el que ofrecen los centros de compras de Oriental Plaza, ultramodernas estructuras de varios pisos en las que se suceden las tiendas de las marcas más cotizadas de la moda europea. Allí los precios son abrumadoramente altos, lo que no parece ser un obstáculo para un público que está formado casi exclusivamente por locales. De hecho los extranjeros prefieren concentrar sus compras en el distrito de las embajadas, donde se encuentran “outlets” de las mismas marcas a un precio mucho menor.
Esto hace pensar que lo que realmente encuentran los beijineses en los malls de Oriental Plaza es la experiencia estética del consumo, en la cual el intercambio de dinero por una prenda de ropa es apenas uno de los componentes. Un estudio de la consultora Ernst & Young publicado la semana pasada por la agencia EFE pronostica que en la próxima década China podría convertirse en el segundo mayor consumidor de productos de lujo del planeta, tras los Estados Unidos. Hoy ya ocupa el tercer lugar, con un 13 por ciento de su población (algo más que el 10 por ciento privilegiado) accediendo a bienes suntuarios
Wangfujing no es sólo esa esquina. Esta avenida, peatonal en algunos tramos, se extiende por casi un kilómetro. A las posibilidades de consumo se suman algunas expresiones culturales, como la exposición de esculturas sobre la Guerra y la Paz, que con una inusual vigilancia policial muestra representaciones sobre los principales conflictos bélicos del siglo pasado, incluyendo la versión naturalista de la conferencia de Yalta que trae de regreso, fugazmente, la figura de Stalin a la estatuaria pública. Puestos callejeros de gastronomía tradicional, locales de cadenas de comidas rápidas, callejones arreglados para el turismo que imitan los callejones reales de la zona de Qianmen, una decena de tiendas por departamentos con menos glamour que los malls de Oriental Plaza pero que en ningún caso tienen menos de cuatro pisos, varias librerías, algunas casas de baratijas con el reconocible anuncio de “Todo a 10” (yuanes), y multitudes de paseantes. También estos paseantes son esencialmente chinos, y todavía parecen pertenecer al 10 por ciento de los sectores acomodados.
==Tercera parte de doce
* 1- Las contradicciones de una potencia emergente
* 2- Riqueza y desigualdad
* 4- Pobreza rural
* 5- Horizonte 2010
* 6- Desarrollo humano
* 7- Una sociedad armoniosa
* 8- Protestas campesinas
* 9- De Mao a Beckham
* 10- Souvenir Rouge
* 11- Xidan
* 12- En el lugar de los hechos
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en octubre de 2005)
Esto hace pensar que lo que realmente encuentran los beijineses en los malls de Oriental Plaza es la experiencia estética del consumo, en la cual el intercambio de dinero por una prenda de ropa es apenas uno de los componentes. Un estudio de la consultora Ernst & Young publicado la semana pasada por la agencia EFE pronostica que en la próxima década China podría convertirse en el segundo mayor consumidor de productos de lujo del planeta, tras los Estados Unidos. Hoy ya ocupa el tercer lugar, con un 13 por ciento de su población (algo más que el 10 por ciento privilegiado) accediendo a bienes suntuarios
Wangfujing no es sólo esa esquina. Esta avenida, peatonal en algunos tramos, se extiende por casi un kilómetro. A las posibilidades de consumo se suman algunas expresiones culturales, como la exposición de esculturas sobre la Guerra y la Paz, que con una inusual vigilancia policial muestra representaciones sobre los principales conflictos bélicos del siglo pasado, incluyendo la versión naturalista de la conferencia de Yalta que trae de regreso, fugazmente, la figura de Stalin a la estatuaria pública. Puestos callejeros de gastronomía tradicional, locales de cadenas de comidas rápidas, callejones arreglados para el turismo que imitan los callejones reales de la zona de Qianmen, una decena de tiendas por departamentos con menos glamour que los malls de Oriental Plaza pero que en ningún caso tienen menos de cuatro pisos, varias librerías, algunas casas de baratijas con el reconocible anuncio de “Todo a 10” (yuanes), y multitudes de paseantes. También estos paseantes son esencialmente chinos, y todavía parecen pertenecer al 10 por ciento de los sectores acomodados.
==Tercera parte de doce
* 1- Las contradicciones de una potencia emergente
* 2- Riqueza y desigualdad
* 4- Pobreza rural
* 5- Horizonte 2010
* 6- Desarrollo humano
* 7- Una sociedad armoniosa
* 8- Protestas campesinas
* 9- De Mao a Beckham
* 10- Souvenir Rouge
* 11- Xidan
* 12- En el lugar de los hechos
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en octubre de 2005)
Etiquetas: Apuntes de Beijing, Sociedades
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