China: protestas campesinas
La cifra de 74.000 protestas campesinas parece merecer la calificación de señal de alerta, incluso a escala china. Pero si la mayoría de esos episodios han pasado completamente inadvertidos para Occidente, el ocurrido en Taishi logró, a fuerza de su peculiaridad, obtener un lugar en la agenda informativa. Los hechos iniciales no fueron diferentes a lo habitual: un funcionario local que se enriquece ilícitamente y que utiliza su poder para obligar a los campesinos a dejar sus tierras en manos de agentes inmobiliarias. Debe tenerse en cuenta que la tierra no es propiedad de sus ocupantes sino que éstos la obtienen por un período de 60 años, lo que los convierte en una suerte de inquilinos con contrato a largo plazo.
El hecho es que el funcionario, Chen Jinsheng, despertó la ira de sus conciudadanos, quienes a fines de julio de este año iniciaron un proceso legal para reclamar elecciones anticipadas y el alejamiento de quien había tomado su puesto apenas tres meses antes. El trámite se acompañó con protestas callejeras que, según Radio Francia Internacional, fueron disueltas con relativa violencia en tres oportunidades. En setiembre la situación se agudiza. Grupos de ciudadanos toman la alcaldía para proteger los libros de cuentas (de los que se podrían obtener pruebas de la malversación pública), el gobierno organiza una nueva elección local en la que los candidatos más “incómodos” desisten (probablemente por presiones) y la contabilidad de la ciudad es declarada limpia por parte de los auditores oficiales.
Esta combinación de episodios vuelve más tensa la relación entre habitantes y ciudadanos, lo que a instancias de periodistas de Hong Kong despierta el interés de la prensa internacional. No es fácil, sin embargo, acercarse a Taishi. Esta semana un periodista del diario británico The Guardian que viajaba acompañado de un edil chino fue golpeado por la policía. Al cierre de esta edición, según la agencia EFE, se desconocía el paradero del edil Lu Banglie.
La corresponsalía en Shangai de Associated Press citó la versión del periodista británico, quien dijo que “algunos de los sujetos que detuvieron el vehículo en la entrada de la población vestían uniformes policiales y militares, y varios de ellos parecían estar bajo los efectos del alcohol”. El cable añade que “con el cuerpo sangrante de Lu tendido junto al camino, Joffe-Walt y su traductor fueron llevados a una oficina de gobierno local, donde fueron interrogados por funcionarios que los acusaron de violar las leyes sobre el trabajo de corresponsales extranjeros”. El gobierno chino, a través de un portavoz del Ministerio de Exteriores, desmintió los hechos. A la vez acusó al corresponsal británico de “falsear su identidad” y “violar repetidamente la ley”. En declaraciones recogidas por EFE, el portavoz explicó que los periodistas extranjeros que trabajan en el país “deben respetar las normativas legales” pidiendo permiso a la hora de informar en lugares como Taishi.
==Octava parte de doce
* 1- Las contradicciones de una potencia emergente
* 2- Riqueza y desigualdad
* 3- Wangfujing
* 4- Pobreza rural
* 5- Horizonte 2010
* 6- Desarrollo humano
* 7- Una sociedad armoniosa
* 9- De Mao a Beckham
* 10- Souvenir Rouge
* 11- Xidan
* 12- En el lugar de los hechos
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en octubre de 2005)
El hecho es que el funcionario, Chen Jinsheng, despertó la ira de sus conciudadanos, quienes a fines de julio de este año iniciaron un proceso legal para reclamar elecciones anticipadas y el alejamiento de quien había tomado su puesto apenas tres meses antes. El trámite se acompañó con protestas callejeras que, según Radio Francia Internacional, fueron disueltas con relativa violencia en tres oportunidades. En setiembre la situación se agudiza. Grupos de ciudadanos toman la alcaldía para proteger los libros de cuentas (de los que se podrían obtener pruebas de la malversación pública), el gobierno organiza una nueva elección local en la que los candidatos más “incómodos” desisten (probablemente por presiones) y la contabilidad de la ciudad es declarada limpia por parte de los auditores oficiales.
Esta combinación de episodios vuelve más tensa la relación entre habitantes y ciudadanos, lo que a instancias de periodistas de Hong Kong despierta el interés de la prensa internacional. No es fácil, sin embargo, acercarse a Taishi. Esta semana un periodista del diario británico The Guardian que viajaba acompañado de un edil chino fue golpeado por la policía. Al cierre de esta edición, según la agencia EFE, se desconocía el paradero del edil Lu Banglie.
La corresponsalía en Shangai de Associated Press citó la versión del periodista británico, quien dijo que “algunos de los sujetos que detuvieron el vehículo en la entrada de la población vestían uniformes policiales y militares, y varios de ellos parecían estar bajo los efectos del alcohol”. El cable añade que “con el cuerpo sangrante de Lu tendido junto al camino, Joffe-Walt y su traductor fueron llevados a una oficina de gobierno local, donde fueron interrogados por funcionarios que los acusaron de violar las leyes sobre el trabajo de corresponsales extranjeros”. El gobierno chino, a través de un portavoz del Ministerio de Exteriores, desmintió los hechos. A la vez acusó al corresponsal británico de “falsear su identidad” y “violar repetidamente la ley”. En declaraciones recogidas por EFE, el portavoz explicó que los periodistas extranjeros que trabajan en el país “deben respetar las normativas legales” pidiendo permiso a la hora de informar en lugares como Taishi.
==Octava parte de doce
* 1- Las contradicciones de una potencia emergente
* 2- Riqueza y desigualdad
* 3- Wangfujing
* 4- Pobreza rural
* 5- Horizonte 2010
* 6- Desarrollo humano
* 7- Una sociedad armoniosa
* 9- De Mao a Beckham
* 10- Souvenir Rouge
* 11- Xidan
* 12- En el lugar de los hechos
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en octubre de 2005)
Etiquetas: Apuntes de Beijing
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