Irán-Estados Unidos
Enemigos íntimos
En términos de política exterior, ya sea que se elija el camino del análisis o el de la caricatura, resulta difícil hablar de Irán sin referirse a Estados Unidos. Las relaciones entre ambos países son, en buena medida, rehenes de la crisis que estalló en Tehrán el 4 de noviembre de 1979, cuando un grupo de jóvenes militantes apoyados por Jomeini ocuparon la Embajada de Estados Unidos en esa capital. Durante 444 días, 52 estadounidenses fueron tomados como cautivos. El 7 de abril de 1980 se produce la inevitable ruptura de relaciones diplomáticas. A partir de ese momento, los asuntos de Estados Unidos en Tehrán se canalizan a través de la Embajada Suiza, y los asuntos iraníes en Washington son representados por el gobierno de Pakistán.
Debido a ese traumático episodio, la imagen que los estadounidenses tienen sobre Irán es mucho más clara que la que poseían sobre puntos tan exóticos del planisferio como pueden ser Afganistán, Bosnia o Panamá. Del otro lado del muro de incomprensión que fueron levantando gobiernos mesiánicos de uno y otro bando, la teocracia iraní fue construyendo también una imagen clara de Estados Unidos. Como suele ocurrir con la claridad, estas imágenes ocultaban los matices y disimulaban los claroscuros. Algo entendible, desde el momento en que ambos suelen partir de la estigmatización del otro. Así, para Irán, Estados Unidos se transformó en el Gran Satán, antes incluso que el presidente Bush situara a ese país del Golfo en el "Eje del Mal". Según el principal lider espiritual chiita, George W. Bush está "sediento de sangre humana". No es fácil entenderse bajo esas bases. Al menos públicamente. Pero cuanto más irreconciliables aparenten ser los enemigos, más imaginativas serán las teorías que muestran diferentes niveles de colaboración bajo cuerda, en esa dinámica perversa en la que los opuestos se necesitan entre sí para justificarse y reproducir las aristas más cargadas simbólicamente de sus discursos.
==Tercera parte de nueve
* 1- Irán en el punto de mira
* 2- En nombre de Dios
* 4- Matrimonio por conveniencia
* 5- Pragmatismo
* 6- El programa nuclear
* 7- Los Mujaidines del pueblo
* 8- El difícil camino del reformismo
* 9- Controvertido atlas nuclear
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en julio de 2003)
Debido a ese traumático episodio, la imagen que los estadounidenses tienen sobre Irán es mucho más clara que la que poseían sobre puntos tan exóticos del planisferio como pueden ser Afganistán, Bosnia o Panamá. Del otro lado del muro de incomprensión que fueron levantando gobiernos mesiánicos de uno y otro bando, la teocracia iraní fue construyendo también una imagen clara de Estados Unidos. Como suele ocurrir con la claridad, estas imágenes ocultaban los matices y disimulaban los claroscuros. Algo entendible, desde el momento en que ambos suelen partir de la estigmatización del otro. Así, para Irán, Estados Unidos se transformó en el Gran Satán, antes incluso que el presidente Bush situara a ese país del Golfo en el "Eje del Mal". Según el principal lider espiritual chiita, George W. Bush está "sediento de sangre humana". No es fácil entenderse bajo esas bases. Al menos públicamente. Pero cuanto más irreconciliables aparenten ser los enemigos, más imaginativas serán las teorías que muestran diferentes niveles de colaboración bajo cuerda, en esa dinámica perversa en la que los opuestos se necesitan entre sí para justificarse y reproducir las aristas más cargadas simbólicamente de sus discursos.
==Tercera parte de nueve
* 1- Irán en el punto de mira
* 2- En nombre de Dios
* 4- Matrimonio por conveniencia
* 5- Pragmatismo
* 6- El programa nuclear
* 7- Los Mujaidines del pueblo
* 8- El difícil camino del reformismo
* 9- Controvertido atlas nuclear
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en julio de 2003)
Etiquetas: EEUU 2000/2003, Estados Unidos, Irán, Irán 2002/2005
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