10 mayo 2002

Cuaderno de los Balcanes 05: El río de Ulises

No era mentira entonces lo que mostraba Angelopoulous en La mirada de Ulises: los músicos tocando en la niebla, en un improvisado concierto montado en una glorieta al borde del río, mientras la gente paseaba por el malecón, gracias a que la niebla los protegía de la mirada de los francotiradores. Pero la niebla nunca es lo suficientemente espesa, y un balazo, seco y duro, atravesó el manto y enrojeció la nieve, terminando por ese día con la ilusión de normalidad.

También yo caminé, ayer, por ese paseo al borde del río. Una gran arboleda. Una pequeña colina verde y, entre la grama, viejas tumbas musulmanas. Turbantes de piedra coronando las lápidas en las que ya se borró toda inscripción. La caligrafía árabe suele tener esa facilidad para disolverse ante la erosión inevitable del tiempo, lo que permite que un observador ajeno, valiéndose de un exceso de misticismo, pueda leer esa inestabilidad de la letra al contacto con los siglos, como una declaración teológica de su alfabeto: sus letras se diferencian lo necesario como para que sea posible leerlas, pero no tanto como para que no puedan disolverse de un modo uniforme ante la erosión del olvido.

Entre esas tumbas hay algunas, sin embargo, que tienen las fechas y los nombres claramente visibles. Son las nuevas tumbas de los jóvenes muertos durante la guerra de los noventa. Los viejos y los nuevos muertos unen fuerzas, agrupados de diez en diez, en el parque junto al río, tratando de mantener el espacio que los vivos les disputan paseando a sus niños los sábados de tarde.

==Quinta parte de diez

* 1- Split/ Croacia
* 2- Camino a Sarajevo
* 3- En Sarajevo
* 4- La dama y el cellista
* 6- El lado serbio de la ciudad
* 7- Rumbo a Belgrado
* 8- En la frontera
* 9- La ciudad blanca
* 10- Kalemegdam

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 10 de mayo de 2002)

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