Después del muro 3:
la inseguridad básica
Tener trabajo seguro para toda la vida es uno de los logros de las economías socialistas que los ciudadanos de los países en transición más añoran. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los países de Europa del Este y de la ex Unión Soviética tenían, antes del colapso del sistema socialista, “un alto grado de seguridad básica”. Se incluye en ese concepto el pleno empleo de por vida, salarios bajos pero seguros y estables, bienes básicos subsidiados, seguridad en la alimentación, seguridad en la vestimenta y la vivienda, acceso gratuito a la salud y la enseñanza, pensiones de retiro previsibles y otro tipo de seguridad social.
Como contrapartida, además del cambio medular que significa la plena vigencia de los derechos civiles (libertad de expresión, libertad de circulación, pluralismo político),entre los logros de la transición se deben destacar los bajos niveles de inflación, la todavía comparativamente alta equidad social, y la disminución de los gastos de defensa. Sin embargo, esto ha estado acompañado por “la pérdida de muchos de los derechos económicos y sociales básicos”, como la del empleo seguro.
El panorama que traza el informe del PNUD sobre los diez primeros años de la transición es desalentador. Millones de personas están sin empleo o subempleadas. Un alto número de trabajadores han sido conducidos al inseguro y mal pago sector informal. Aún aquellos que están formalmente empleados, no tienen seguridad de que se les pague su salario. Y en el caso de que el trabajador esté formalmente empleado y cobre su sueldo en fecha, éste ha pérdido buena parte de su poder de compra, lo que se suma a la desaparición o reducción drástica de otro tipo de beneficios no monetarios.
No es fácil de cuantificar el número real de desempleados, ya que en muchos países no existen estadísticas confiables. Otro factor que atenta contra la posibilidad real de medir la incidencia del desempleo en las sociedades del antiguo bloque comunista, es la importancia del sector informal en la economía. En la ex República Yugoslava de Macedonia y en Armenia, el 40 por ciento de la economía está compuesta por el sector informal. En Hungría esto ocurre con un 30 por ciento de la actividad económica. Sin pago de impuestos, sin aportes sociales, sin reglas claras a la hora del empleo, y prácticamente incontrolada, la economía informal es el primer paso, y a veces la metáfora, de las prácticas mafiosas. Luego de años moviéndose en las sombras a través del mercado negro al que obligaba la escacez de ciertos productos en los países socialistas, las mafias y otro tipo de formas de crimen organizado han encontrado en la economía de transición un ámbito de desarrollo prácticamente ideal.
==Tercera parte de siete
* 1- Después del Muro, una cortina de cristal
* 2- El espejo austríaco
* 4- Dos casos: Eslovaquia y Chequia
* 5- La crisis país por país
* 6- Los niños que no nacieron
* 7- Los costos humanos de la transición
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 12 de diciembre de 2000)
Como contrapartida, además del cambio medular que significa la plena vigencia de los derechos civiles (libertad de expresión, libertad de circulación, pluralismo político),entre los logros de la transición se deben destacar los bajos niveles de inflación, la todavía comparativamente alta equidad social, y la disminución de los gastos de defensa. Sin embargo, esto ha estado acompañado por “la pérdida de muchos de los derechos económicos y sociales básicos”, como la del empleo seguro.
El panorama que traza el informe del PNUD sobre los diez primeros años de la transición es desalentador. Millones de personas están sin empleo o subempleadas. Un alto número de trabajadores han sido conducidos al inseguro y mal pago sector informal. Aún aquellos que están formalmente empleados, no tienen seguridad de que se les pague su salario. Y en el caso de que el trabajador esté formalmente empleado y cobre su sueldo en fecha, éste ha pérdido buena parte de su poder de compra, lo que se suma a la desaparición o reducción drástica de otro tipo de beneficios no monetarios.
No es fácil de cuantificar el número real de desempleados, ya que en muchos países no existen estadísticas confiables. Otro factor que atenta contra la posibilidad real de medir la incidencia del desempleo en las sociedades del antiguo bloque comunista, es la importancia del sector informal en la economía. En la ex República Yugoslava de Macedonia y en Armenia, el 40 por ciento de la economía está compuesta por el sector informal. En Hungría esto ocurre con un 30 por ciento de la actividad económica. Sin pago de impuestos, sin aportes sociales, sin reglas claras a la hora del empleo, y prácticamente incontrolada, la economía informal es el primer paso, y a veces la metáfora, de las prácticas mafiosas. Luego de años moviéndose en las sombras a través del mercado negro al que obligaba la escacez de ciertos productos en los países socialistas, las mafias y otro tipo de formas de crimen organizado han encontrado en la economía de transición un ámbito de desarrollo prácticamente ideal.
==Tercera parte de siete
* 1- Después del Muro, una cortina de cristal
* 2- El espejo austríaco
* 4- Dos casos: Eslovaquia y Chequia
* 5- La crisis país por país
* 6- Los niños que no nacieron
* 7- Los costos humanos de la transición
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 12 de diciembre de 2000)
Etiquetas: Armenia, exURSS, exURSS 2000/05, Macedonia, Sociedades, Sociedades 2000/2002
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