03 noviembre 2000

Praga: las casas de Kafka

El río Vltava atraviesa la ciudad de Praga separando el casco antiguo de la llamada “parte pequeña” (Malá Strana) y del barrio del castillo. Kafka no sólo tuvo una relación deportiva con este río, al que recorrió como remero y en el que practicó natación sistemáticamente en la llamada Escuela Civil de Natación, sino que sobre el Vltava daba la habitación en la que escribió La Metamorfosis, El Desaparecido y el relato “La Condena"De todas las casas en las que vivió Kafka esa es la más fácil de encontrar, ya que fue demolida y en su lugar se erigió un hotel cinco estrellas de la cadena Intercontinental. La llamada Casa del Barco estaba el el lugar donde la avenida Parizka se encuentra con la rambla del Vltava, desembocando en el Puente Checo. Precisamente desde ese puente se suicida el protagonista de “La Condena”, relato que escribió en la noche del 22 al 23 de setiembre de 1912, según lo anota Harald Salfellner en su libro Franz Kafka y Praga (Vitalis. Praga. 1999).

El Puente Checo une la avenida Parizka con el túnel de Letná, que en 1912 no pasaba de ser un proyecto. Este túnel atraviesa una colina en la que entre 1955 y 1962 se encontraba, justo sobre el puente, un monumento de treinta metros de altura dedicado al líder soviético Josef Stalin. El escultor Otakar Svec se suicidó poco antes de la inauguración y donó todos sus bienes a una escuela de niños ciegos “ya que ellos al menos no tendrían que ver su obra”, indica la guía Praga de Rob Humphreys (Anaya. Madrid. 1997). En el lugar en el que estaba la estatua a Stalin se ha instalado un gigantesco metrónomo, obra de David Cey.

Otra casa en la que vivió y escribió Kafka fue la de Los Tres Reyes (Celetná n° 3) en la que nacieron sus primeros textos, entre ellos “La ventana a la calle”, y en la que vivió de setiembre de 1896 a junio de 1907; luego viviría hasta noviembre de 1913 en la ya citada Casa del Barco. De allí se mudaron a la también mencionada Casa Oppelt, en la que viviría en varios períodos, ya que de ahí en adelante se conservó como la casa de sus padres. Recién a los 31 años Kafka se independizó, mudándose al edificio de la calle Bilkova número 10, donde habitó desde agosto de 1914 hasta marzo de 1915 y escribió “Blumfeld un solterón” y el incio de su novela El Proceso; en ese mismo período pasó algunas semanas en la casa de una de sus hermanas en la cual escribió dos tercios de El Proceso (incluida la célebre parábola “Ante la ley”), un capítulo de El Desaparecido y el relato “En la colonia penitenciaria”.

Desde marzo de 1915 hasta febrero de 1917 residió en el edificio del Lucio de Oro (Dlouhá 16) “en la que el barullo es diez veces más grande que en la anterior, pero que en todo lo demás es incomparablemente más bonita”; allí no se sabe que haya escrito algún texto. Luego de vivir en la Calle de los Alquimistas (ver recuadro), se mudó al Palacio de Schonborn, actual sede de la Embajada de los Estados Unidos, en el que sufrió, en la noche del 12 al 13 de agosto de 1917, el primer anuncio grave de su tuberculosis. A partir de entonces su vida transcurrirá entre la vivienda paterna de la Casa Oppelt y varios sanatorios, hasta el 3 de junio de 1924, cuando muere en una clínica de Kierling, cerca de Viena. Había nacido el 3 de julio de 1883, en una casa de la ciudad vieja de Praga de la que sólo se conserva el portal (calle U radnice n° 5).

La calle de los alquimistas

A mediados de 1916 Kafka habitó una de las minúsculas casas de La Callejuela del Oro (Zlata ulicka) o de los alquimistas, que está integrada al complejo del Castillo de Praga. El nombre de este callejón deriva de fines del siglo XVI, cuando Rodolfo II de Hasburgo trasladó la corte imperial de Viena a Praga. Además de atraer a numerosos artistas (como Giuseppe Arcimboldo) y astrónomos (como Tycho Brahe y Johannes Kepler), Rodolfo II reunió a varios alquimistas que, de acuerdo con la leyenda, habrían habitado esa calle. Los relatos sobre la vida del Emperador que escribió Angelo María Rivelino, lo muestran encerrado en sus aposentos, tejiendo o haciendo pinitos de marquetería en momentos en que los turcos, a las puertas de Viena, amenazaban la existencia misma del Imperio. Sus extravagancias, sin embargo, le permitieron convertirse en poseedor de dos clavos del arca de Noé y de un trozo de la arcilla utilizada por Dios para crear a Adán, objetos de los que disfrutó aún después de ser separado del trono en 1611.

A tres siglos y cinco años de culminado su reinado, la Calle de los Alquimistas estaba habitada por artesanos, artistas, u otras personas que simplemente no disponían de dinero para alquilar algo mejor que esas pequeñas casas de dos habitaciones. Kafka no llegó a dormir en su vivienda del número 22, sino que acudía por las tardes luego de sus ocupaciones, escribía hasta la medianoche, y volvía a dormir a la casa del Lucio de Oro. Bajo este peculiar régimen, produjo los textos Un médico rural, “Informe para una academia”, “En la galería”, “El cazador Gracus”, “Preocupaciones del padre de familia”, y “Un mensaje imperial”.

==Segunda parte de cuatro

* 1- Kafka y Praga: Solitario remero en el Vltava
* 3- Praga: Los trabajos de Kafka
* 4- El amor de Kafka: Milena Jesenka

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en El País Cultural )

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