Ruanda: los expedientes del genocidio
Este 18 de setiembre comenzarán dos nuevos juicios por crímenes contra la humanidad en el Tribunal Penal Internacional para Ruanda. En uno de los procesos se acusa a tres ex jerarcas que actuaban en la provincia de Cyangugu; en el otro se trata de periodistas que enfrentan cargos de incitación al genocidio. La masacre de los tutsis a manos de los hutus, ocurrida en 1994, costó la vida a más de medio millón de personas.
Acosados por las milicias hutus, decenas de tutsis se refugiaron en la catedral de Cyangugu. Sabían que estaban en un callejón sin salida, pero creyeron avizorar una luz de esperanza cuando el alcalde de la ciudad en persona se presentó en el templo, y se ofreció a escoltarlos hasta un lugar más seguro. Confiaron en él y fueron conducidos a un estadio, el Kamarampaka, en el que el alcalde los dejó en manos de autoridades civiles y militares. Allí, varios de los refugiados tutsis fueron fusilados en base a una lista que las autoridades ya tenían preparada. Aquel alcalde se llama Emmanuel Bagambiki (foto), y seis años después del episodio del estadio Kamarampaka está detenido en Tanzania y este 18 de setiembre será juzgado por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (ICTR, por sus siglas en inglés) por crímenes contra la humanidad.
Otras tres personas involucradas en el llamado “caso Cyangugu” compartirán el banquillo con Bagambiki. Se trata de Andre Ntagerura, Ministro de Transporte en 1994, y que autorizó el uso de vehículos oficiales, en especial ómnibus, para llevar armas y milicias a la ciudad de Cyangugu; y de Samuel Imanishimwe, que era el jefe militar de Cyangugu y dio las órdenes a sus tropas para que éstas cometieran las ejecuciones en masa de que se los acusa.
Ruanda es un pequeño país del centroeste de Africa, de menos de 25 mil kilómetros cuadrados y con fronteras con Uganda, Tanzania, Burundi y el Congo. Sus más de siete millones de habitantes son en un 84 por ciento hutus, en un 15 por ciento tutsis y en un 1 por ciento pigmeos. Los problemas entre hutus y tutsis no se limitan a Ruanda; también están en el centro de la guerra civil que afecta a la vecina Burundi, y a la que se intenta poner fin aprovechando el impulso que significó la reciente visita a ese país del presidente de Estados Unidos Bill Clinton.
==Primera parte de siete
* 2- Periodistas y religiosos
* 3- Víctimas de segunda
* 4- Cien días de horror
* 5- Criminales de guerra
* 6- Otros tribunales
* 7- Jurisdicción universal
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha 15 de setiembre de 2000)
Acosados por las milicias hutus, decenas de tutsis se refugiaron en la catedral de Cyangugu. Sabían que estaban en un callejón sin salida, pero creyeron avizorar una luz de esperanza cuando el alcalde de la ciudad en persona se presentó en el templo, y se ofreció a escoltarlos hasta un lugar más seguro. Confiaron en él y fueron conducidos a un estadio, el Kamarampaka, en el que el alcalde los dejó en manos de autoridades civiles y militares. Allí, varios de los refugiados tutsis fueron fusilados en base a una lista que las autoridades ya tenían preparada. Aquel alcalde se llama Emmanuel Bagambiki (foto), y seis años después del episodio del estadio Kamarampaka está detenido en Tanzania y este 18 de setiembre será juzgado por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (ICTR, por sus siglas en inglés) por crímenes contra la humanidad.
Otras tres personas involucradas en el llamado “caso Cyangugu” compartirán el banquillo con Bagambiki. Se trata de Andre Ntagerura, Ministro de Transporte en 1994, y que autorizó el uso de vehículos oficiales, en especial ómnibus, para llevar armas y milicias a la ciudad de Cyangugu; y de Samuel Imanishimwe, que era el jefe militar de Cyangugu y dio las órdenes a sus tropas para que éstas cometieran las ejecuciones en masa de que se los acusa.
Ruanda es un pequeño país del centroeste de Africa, de menos de 25 mil kilómetros cuadrados y con fronteras con Uganda, Tanzania, Burundi y el Congo. Sus más de siete millones de habitantes son en un 84 por ciento hutus, en un 15 por ciento tutsis y en un 1 por ciento pigmeos. Los problemas entre hutus y tutsis no se limitan a Ruanda; también están en el centro de la guerra civil que afecta a la vecina Burundi, y a la que se intenta poner fin aprovechando el impulso que significó la reciente visita a ese país del presidente de Estados Unidos Bill Clinton.
==Primera parte de siete
* 2- Periodistas y religiosos
* 3- Víctimas de segunda
* 4- Cien días de horror
* 5- Criminales de guerra
* 6- Otros tribunales
* 7- Jurisdicción universal
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha 15 de setiembre de 2000)
Etiquetas: Africa, Africa 2000/2005, DDHH 2000/2001, Justicia Internacional, Ruanda
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