Seguridad para el desarrollo

Un enfoque diferente es el que ve la fragilidad estatal como un problema de desarrollo que afecta, principalmente, a las poblaciones de los países que están atravesando esa situación. Se trata de entre 500 y 1500 millones de personas que viven en Estados en los que no hay un funcionamiento institucional confiable, donde los procesos electorales, que suelen ser trabados y trabajosos, habitualmente son el prólogo del desconocimiento de los resultados por parte de los sectores perdedores. Países en los que la seguridad ciudadana está ausente, habiéndose transformado en un bien de consumo que debe negociarse en mercados privatizados, lo que origina la existencia de agencias privadas de vigilancia que brindan protección a los sectores más ricos y, en el otro extremo de la pirámide social, la presencia de bandas organizadas que brindan cierta forma de protección –y en ocasiones hasta un esquema precario de justicia– a los habitantes de zonas que son usadas como base de operaciones para sus negocios ilícitos. Esta mirada concibe a la falta seguridad como uno de los factores que pueden frenar el desarrollo y tener efectos económicos devastadores sobre los países en crisis y sus vecinos. Un informe presentado a un foro de funcionarios de alto nivel de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), detectó que dos terceras partes del daño económico causado por un país frágil lo constituyen los costos que éstos imponen a sus vecinos. El tener por vecino un Estado frágil, se asegura, produce pérdidas anuales de 1,6% del Producto Interno Bruto, en tanto que el costo promedio de las pérdidas económicas de un Estado frágil es de 100 mil millones de dólares, dos veces el presupuesto de la ayuda mundial.

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en noviembre de 2005)

==Tercera parte de nueve

* 1- La fragilidad como amenaza
* 2- Dos enfoques
* 4- Desarrollo para la seguridad
* 5- El riesgo
* 6- La polémica
* 7- El caso congoleño
* 8- Gamberros, desestructurados y sin ley
* 9- Fuentes