Traducción defectuosa
Ya es sabido que las situaciones que ocurren en diversos contextos, y que a veces se agrupan en un mismo artículo, como en este caso, son siempre situaciones únicas. Pero cuando se las “traduce” de su compleja realidad interna (que sería incomprensible para el lejano “público” y muchas veces incomprensible hasta para sus propios actores) y se las encapsula en algunas de las categorías conocidas –saqueo, disturbio, protesta social, etc– el significado de esas situaciones, ahora mediáticamente expuestas, deja de depender de su contexto, y el modo en que son recibidas y juzgadas por la “opinión pública” se va alejando del soporte concreto de los hechos que realmente ocurrieron en el terreno y pasa a depender de factores tales como la intencionalidad de quien pronuncia el término y el talante de quien lo recibe. Por ejemplo, el soporte material de la palabra “saqueadores” es un grupo de personas ingresando por la fuerza a un edificio donde hay bienes que no les pertenecen y llevándoselos de manera desordenada y caótica.
Cuánta distancia hay, sin embargo, en la forma en que se reciben, por un lado, las noticias de esta semana sobre los saqueos que siguieron al desabastecimiento provocado por el huracán que azotó Cancún y, por otra parte, sobre los saqueos que acompañaron la protesta por los retrasos de trenes en Buenos Aires. Mejor en forma de pregunta: ¿cuánta distancia hay? Si lo que se toma en cuenta para medirla es el hecho que respalda el uso técnico de la palabra saqueo, hay una distancia enorme. Si lo que se toma en cuenta es el modo en que se recibe la “traducción periodística” de esos hechos disímiles retratados por la misma palabra, entonces dependerá de qué sillón hayamos estado ocupando en el momento de ver el informativo del día: si el del espectador atento o el del espectador superficial. A veces esta suerte de azar de la recepción mediática no depende de otra cosa que de la ergonomía: no se puede ver todo el informativo desde el mismo sillón todo el tiempo, ni todos los días.
==Tercera parte de tres
* 1- Días de furia(s)
* 2- Palabras iguales, hechos diversos
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 12 de octubre de 2005)
Cuánta distancia hay, sin embargo, en la forma en que se reciben, por un lado, las noticias de esta semana sobre los saqueos que siguieron al desabastecimiento provocado por el huracán que azotó Cancún y, por otra parte, sobre los saqueos que acompañaron la protesta por los retrasos de trenes en Buenos Aires. Mejor en forma de pregunta: ¿cuánta distancia hay? Si lo que se toma en cuenta para medirla es el hecho que respalda el uso técnico de la palabra saqueo, hay una distancia enorme. Si lo que se toma en cuenta es el modo en que se recibe la “traducción periodística” de esos hechos disímiles retratados por la misma palabra, entonces dependerá de qué sillón hayamos estado ocupando en el momento de ver el informativo del día: si el del espectador atento o el del espectador superficial. A veces esta suerte de azar de la recepción mediática no depende de otra cosa que de la ergonomía: no se puede ver todo el informativo desde el mismo sillón todo el tiempo, ni todos los días.
==Tercera parte de tres
* 1- Días de furia(s)
* 2- Palabras iguales, hechos diversos
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 12 de octubre de 2005)
Etiquetas: Argentina, México, Periodismo, Sociedades, Sociedades 2003/2005
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