Londres 7-J: los extremos de la culpa
Mientras el Ministro del Interior británico dice que los atentados de Londres “llegaron de la nada”, Irán sugiere que tras las bombas estuvo la mano de la CIA. En las antípodas del chiísmo iraní, y con un polémico punto de vista, la periodista italiana Oriana Fallaci también responsabiliza a Occidente, en especial a una Europa “que con su blandura, su inercia, su ceguera y su servilismo ante el enemigo se está cavando su propia tumba”. Entre ambas miradas extremas, los analistas siguen buscando respuestas y una conexión clara de los ataques del 7 de julio con Al-Qaeda. La opinión pública ya dio su veredicto: dos tercios culpan a la participación de su país en la guerra de Irak.
La prensa británica actualiza diariamente el balance de las investigaciones sobre los atentados contra el sistema de transporte de Londres que el 7 de julio costaron la vida a más de medio centenar de personas. La constante de ese seguimiento es que la zona de “lo que se sabe” está compuesta por una acumulación de detalles sobre la biografía y los desplazamientos de los kamikazes. Por el contrario, la zona de lo que se ignora todavía aloja los elementos clave de la operación. Puntos ciegos que dan pie a todas las especulaciones. En ese terreno, la hipótesis más incómoda fue planteada por el Ministro de Información de Irán, Ali Younesi, quien según un artículo publicado por La Nación de Argentina en base a cables de las agencias ANSA y AP, consideró "no improbable" que los servicios secretos de Estados Unidos e Israel hayan tenido participación en los atentados con la intención de que "los británicos entiendan que la lucha contra el terrorismo debe ser coordinada".
La falta de experiencia y trayectoria de los suicidas, los errores que cometieron y que permitieron su rápida identificación, el posible engaño de que habrían sido objeto por quien los condujo a la inmolación diciéndoles que podrían salvarse, y la visita a escuelas coránicas pakistaníes convenientemente fotografiada, alimentan esta teoría. Yoseuni, seguramente en el marco de una operación de inteligencia iraní que aprovechó el flanco débil que por ahora presenta el esclarecimiento del 7-J, sostuvo que “algunos miembros de Al-Qaeda están hoy seguros en Gran Bretaña y en algunos países árabes”, razón por la cual, los servicios estadounidenses e israelíes “están enfurecidos con la inteligencia británica”, lo que le llevó a plantear que “no es improbable que hayan organizado los atentados en Londres para hacerles entender que la lucha contra el terrorismo debe ser transparente y coordinada, y que los británicos no pueden adoptar una política diferente de las de Estados Unidos e Israel”. Toda teoría de la conspiración debe basarse en algo más que razonamientos, y la de Yoseuni dice partir de los testimonios de unos 3000 integrantes de Al-Qaeda que fueron "identificados, arrestados, expulsados o procesados” debido a su presencia en Irán, de los que actualmente hay 200 en prisión.
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 22 de julio de 2005)
==Primera parte de cinco
* 2- Inteligencia cuestionada
* 3- La nada
* 4- Al-Qaeda
* 5- La guerra como explicación
La prensa británica actualiza diariamente el balance de las investigaciones sobre los atentados contra el sistema de transporte de Londres que el 7 de julio costaron la vida a más de medio centenar de personas. La constante de ese seguimiento es que la zona de “lo que se sabe” está compuesta por una acumulación de detalles sobre la biografía y los desplazamientos de los kamikazes. Por el contrario, la zona de lo que se ignora todavía aloja los elementos clave de la operación. Puntos ciegos que dan pie a todas las especulaciones. En ese terreno, la hipótesis más incómoda fue planteada por el Ministro de Información de Irán, Ali Younesi, quien según un artículo publicado por La Nación de Argentina en base a cables de las agencias ANSA y AP, consideró "no improbable" que los servicios secretos de Estados Unidos e Israel hayan tenido participación en los atentados con la intención de que "los británicos entiendan que la lucha contra el terrorismo debe ser coordinada".
La falta de experiencia y trayectoria de los suicidas, los errores que cometieron y que permitieron su rápida identificación, el posible engaño de que habrían sido objeto por quien los condujo a la inmolación diciéndoles que podrían salvarse, y la visita a escuelas coránicas pakistaníes convenientemente fotografiada, alimentan esta teoría. Yoseuni, seguramente en el marco de una operación de inteligencia iraní que aprovechó el flanco débil que por ahora presenta el esclarecimiento del 7-J, sostuvo que “algunos miembros de Al-Qaeda están hoy seguros en Gran Bretaña y en algunos países árabes”, razón por la cual, los servicios estadounidenses e israelíes “están enfurecidos con la inteligencia británica”, lo que le llevó a plantear que “no es improbable que hayan organizado los atentados en Londres para hacerles entender que la lucha contra el terrorismo debe ser transparente y coordinada, y que los británicos no pueden adoptar una política diferente de las de Estados Unidos e Israel”. Toda teoría de la conspiración debe basarse en algo más que razonamientos, y la de Yoseuni dice partir de los testimonios de unos 3000 integrantes de Al-Qaeda que fueron "identificados, arrestados, expulsados o procesados” debido a su presencia en Irán, de los que actualmente hay 200 en prisión.
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 22 de julio de 2005)
==Primera parte de cinco
* 2- Inteligencia cuestionada
* 3- La nada
* 4- Al-Qaeda
* 5- La guerra como explicación
Etiquetas: 11-S, Europa Occidental, Inglaterra
<< Home