Exodo
El escritor español Juan Goytosolo recogió la palabra de uno de los hombres que lograron escapar de la masacre de Srebrenica. Publicado el 3 de julio por El País de Madrid, fue reproducido en el portal Rodelu, que elabora un grupo de uruguayos que viven en Suecia. A continuación un fragmento de ese testimonio:
“El 11 de julio, cuando cedió el último bastión de la resistencia en Srebrenica, partimos hacia Tuzla en fila india, a causa de los campos de minas. Formábamos una columna de casi diez kilómetros de largo. A lo largo del trayecto nos tendían emboscadas. Dejamos la pista sembrada de cadáveres y debíamos cargar con los heridos. Por fin, entramos en una zona montañosa cubierta de bosque y maleza. Cuando creíamos haber dejado atrás el peligro, nos encontramos con que los serbios nos esperaban abajo con ametralladoras y morteros. Dispararon sobre nosotros y nos lanzaron unos gases que me desestabilizaron y me hicieron perder el sentido de la orientación. Un grupo de soldados quiso rendirse y agitó una bandera blanca. Creían que así iban a salvar la vida y fueron ametrallados y degollados. Los heridos que tuvimos que abandonar corrieron la misma suerte.
(...) Los supervivientes retrocedimos y volvimos al monte. Yo buscaba desesperadamente a mi padre entre los muertos y heridos que yacían en el bosque, pero no di con él. En el trayecto de retorno a Srebrenica había pilas de cadáveres en descomposición, devorados ya por buitres. Al aproximarnos a Srebrenica vimos que los chetniks (radiceles serbios) habían incendiado todos los pueblos del enclave y no quedaba un ser vivo. Entonces decidimos huir a Zepa, ignorando que en aquel preciso momento sufría el asalto de las tropas de Mladic. Caminamos dos días y dos noches para descubrir el mismo espectáculo: cadáveres, tierra quemada, bombardeos indescriptibles, visiones del horror. Acudí al hospital a curar a los heridos. El comandante del batallón ucranio, que solía ir a beber vodka al cuartel de campaña de Mladic, no hizo nada para proteger a la población civil. Las mujeres que acudieron a suplicarle ayuda fueron violadas por los chetniks en las mismas barbas de los soldados de Unprofor (sigla de la misión de Naciones Unidas)”.
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en julio de 2005)
==Quinta parte de cinco
* 1- Srebrenica: el riesgo de la simplificación
* 2- Efectos
* 3- El factor Oric
* 4- Los musulmanes bosnios
“El 11 de julio, cuando cedió el último bastión de la resistencia en Srebrenica, partimos hacia Tuzla en fila india, a causa de los campos de minas. Formábamos una columna de casi diez kilómetros de largo. A lo largo del trayecto nos tendían emboscadas. Dejamos la pista sembrada de cadáveres y debíamos cargar con los heridos. Por fin, entramos en una zona montañosa cubierta de bosque y maleza. Cuando creíamos haber dejado atrás el peligro, nos encontramos con que los serbios nos esperaban abajo con ametralladoras y morteros. Dispararon sobre nosotros y nos lanzaron unos gases que me desestabilizaron y me hicieron perder el sentido de la orientación. Un grupo de soldados quiso rendirse y agitó una bandera blanca. Creían que así iban a salvar la vida y fueron ametrallados y degollados. Los heridos que tuvimos que abandonar corrieron la misma suerte.
(...) Los supervivientes retrocedimos y volvimos al monte. Yo buscaba desesperadamente a mi padre entre los muertos y heridos que yacían en el bosque, pero no di con él. En el trayecto de retorno a Srebrenica había pilas de cadáveres en descomposición, devorados ya por buitres. Al aproximarnos a Srebrenica vimos que los chetniks (radiceles serbios) habían incendiado todos los pueblos del enclave y no quedaba un ser vivo. Entonces decidimos huir a Zepa, ignorando que en aquel preciso momento sufría el asalto de las tropas de Mladic. Caminamos dos días y dos noches para descubrir el mismo espectáculo: cadáveres, tierra quemada, bombardeos indescriptibles, visiones del horror. Acudí al hospital a curar a los heridos. El comandante del batallón ucranio, que solía ir a beber vodka al cuartel de campaña de Mladic, no hizo nada para proteger a la población civil. Las mujeres que acudieron a suplicarle ayuda fueron violadas por los chetniks en las mismas barbas de los soldados de Unprofor (sigla de la misión de Naciones Unidas)”.
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en julio de 2005)
==Quinta parte de cinco
* 1- Srebrenica: el riesgo de la simplificación
* 2- Efectos
* 3- El factor Oric
* 4- Los musulmanes bosnios
Etiquetas: Balcanes 2003/2005, Bosnia
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