22 julio 2005

Londres 7-J: La nada

Si se exceptúan los párrafos de mayor impacto del reporte publicado por The New York Times, se comprende que el reporte del JTAC no era una completa chapucería. Aunque equivocado en desestimar la inminencia de una amenaza interna, retrató con bastante claridad esa “nada” de la que llegaron los atentados. Un artículo aparecido en la edición del miércoles de The Guardian resume el documento del JTAC destacando que alertaba sobre el profundo desencanto de los jóvenes de la comunidad musulmana británica con “el doble estándar” de la política exterior occidental, que en el contexto de Oriente Medio favorecería a Israel en detrimento de los países musulmanes. Esa desilusión se acentuó luego del 11 de setiembre de 2001, cuando los jóvenes musulmanes británicos percibieron que su gobierno dejaba la política de “hostilidad pasiva” contra las causas islamistas –que ya de por sí les generaba rechazo–caracterizada por la inacción en temas como el de Cachemira, y pasaba a una “hostilidad activa” como ocurrió en el caso de las guerras de Afganistán e Irak.

Los fragmentos del informe que cita The Guardian dan un sentido diferente al párrafo que circuló a través de las agencias de noticias. Es cierto que el JTAC escribió que no había grupos que quisieran o pudieran atentar desde adentro del país. Pero también es cierto que esa frase era complementada con la aclaración de que “buena parte del foco de nuestra preocupación actual está en el amplio rango y gran número de redes de extremistas e individuos aislados que en el Reino Unido están inspirados por Al-Qaeda, pero no necesariamente afiliados a ésta, o son enteramente autónomos”.

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 22 de julio de 2005)

==Tercera parte de cinco

* 1- Londres: los extremos de la culpa
* 2- Inteligencia cuestionada
* 4- Al-Qaeda
* 5- La guerra como explicación

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