10 julio 2005

Rusia-China: el oleoducto de Angarsk

En el momento en que se anunció la construcción del oleoducto de Angarsk, en marzo de 2003, ya se hablaba de este dilema. De acuerdo con lo publicado en su momento por La Estrella Digital, la ruta Angarsk-Daiqing, que quedaría en buena parte bajo control chino, tiene 2.400 kilómetros de longitud y podría transportar para el año 2010 hasta 30 millones de toneladas de crudo. El Angarsk-Najodka, aunque más largo y costoso (5.000 millones de dólares para 3.800 kilómetros de tuberías) preveía transportar hasta 50 millones de toneladas de petróleo y estaría bajo total control ruso. Si bien en 2003 se hablaba de una solución salomónica que resultaría en un “oleoducto bífido” que atendería los intereses de ambos megaclientes, todavía en junio de 2004 el tema Angarsk estaba presente en la entrelínea de los acuerdos sinorusos. Cuando la agencia EFE anunciaba que los Gobiernos de China y Rusia habían acordado crear una zona de libre comercio a ambos lados de la frontera, cerca del puerto pacífico ruso de Vladivostok, su reporte vinculaba el interés proactivo de China en las relaciones comerciales con los rusos a la expectativa de Pekín acerca de una solución favorable en el tema del oleoducto. Como contraparte, apuntaba la agencia española, Tokio se ha comprometido a invertir 5.000 millones de dólares en prospección de yacimientos, 7.700 millones en el tendido del oleoducto y mil millones en el desarrollo socio-económico de esta zona, con el fin de que Moscú decida trazar el oleoducto por el camino a Najodka.

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en julio de 2005)

==Segunda parte de cinco

* 1- El oso y el dragón
* 3- Nuevo orden
* 4- El noveno de los ocho
* 5- Asia Central

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