Los Balcanes según Rebecca West (III)
El asesinato del archiduque
Uno de los capítulos más sustanciosos del libro de Rebecca West describe con lujo de detalles las intrigas y los equívocos que rodearon al asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona austrohúngara, que tuvo lugar en Sarajevo el 28 de junio de 1914. Ese crimen fue la excusa sobre la que se apoyó el comienzo de lo que luego se conocería como la Primera Guerra Mundial. Un retrato casi psicoanalítico de la personalidad del archiduque se combina con los desaires cortesanos que atormentaron a su esposa, Sofía, por no ser de cuna lo suficientemente encumbrada, y con un análisis que hunde el bisturí a fondo en la política internacional de los Habsburgo. Para Rebecca West se trataba de episodios contemporáneos. Veinte años después de los sucesos de 1914 podía describirlos con precisión y, a la vez, beneficiarse de la perspectiva histórica.
Era un hecho histórico, pero la autora todavía estaba haciendo periodismo. Habla de las desventuras de la futura emperatriz como si se tratara de una biografía de Lady Di, en el filo de la navaja entre cierto reflejo de amarillismo y el relato punzante y lúcido de una trayectoria pública marcada por la tragedia. Habla de las chapucerías de la seguridad austrohúngara como si hiciera un reportaje de actualidad. Y duda, con la autoridad de quien dispone de fuentes directas a las que consultar en entrevistas reservadas. Todo lo que se lee en esa decena larga de páginas del capítulo dedicado al atentado resulta, para nosotros, lejanos lectores de otro siglo, jugoso.
Gavrilo Princip
Ya hace tiempo que terminó la Primera Guerra Mundial cuya mecha se encendió en Sarajevo, y faltan apenas algunos meses para que llegue la Segunda Guerra. La autora se encuentra, en una calle de la principal ciudad bosnia, ante una placa que recuerda el atentado. Es un homenaje reciente de un Estado joven, surgido después de la guerra que acabó con dos imperios, el Austro-Húngaro y el Turco-Otomano. Ese Estado se llamaba Yugoslavia. Fue la primera de las Yugoslavias, la monárquica. La placa decía: “En este histórico lugar, Gavrilo Princip fue el iniciador de la libertad, el 28 de junio, día de San Vito, de 1914”. Hoy la placa ya no existe. Fue arrancada por los bosnio-musulmanes durante la guerra que entre 1992 y 1995 acabó con la segunda de las Yugoslavias, la comunista. No la quitaron para honrar la memoria del archiduque, sino para borrar todo rastro del acto de Princip, que era serbio. Pero la esquina sigue estando allí. Y aunque el puente ya no lleve el nombre del magnicida, igual resulta inevitable sentarse sobre el muro del paseo del río e imaginar la escena. Como existía temor de un atentado, se cambió la ruta de la comitiva, pero el automóvil que abría la caravana no conocía los nuevos planes y tomó por un camino equivocado, lo que desconcertó al chofer del archiduque que detuvo su coche justo frente a Princip.
El joven, que no era un gran tirador y jamás hubiera dado en el blanco si el automóvil hubiese estado en movimiento, pudo apuntar con tranquilidad y disparar al corazón de Francisco Fernando. De los actores de esa escena, el más enigmático es el asesino. Era nieto de un hombre que apareció en un pueblo bosnio en tiempos de una de las frecuentes insurrecciones contra los turcos, y que usaba “una curiosa chaqueta plateada con cascabeles que tenía intrigados a los lugareños” y que le valió el sobrenombre de princip (príncipe), que luego se transformaría en su apellido. Ese mote llegó incluso a alimentar el rumor de que el asesino podría haber sido hijo ilegítimo de su víctima. En realidad el primero de los Princip “era un simple campesino que se casó con una mujer de ese pueblo homérico, los montenegrinos, y engendró una familia en las cimas de la pobreza”. Uno de los hijos de Princip le dio nueve nietos, de los cuales murieron seis. El físicamente más débil de los tres nietos sobrevivientes, Gavrilo, sería el encargado de tirar del gatillo en Sarajevo
==Tercera parte de seis
* 1- Los Balcanes según Rebecca West (I)
* 2- Los Balcanes según Rebecca West (II)
* 4- Los Balcanes según Rebecca West (IV)
* 5- Los Balcanes según Rebecca West (V)
* 6- Los Balcanes según Rebecca West (VI)
(Artículo de Roberto López Belloso. Publicado en Brecha en enero de 2002)
Uno de los capítulos más sustanciosos del libro de Rebecca West describe con lujo de detalles las intrigas y los equívocos que rodearon al asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona austrohúngara, que tuvo lugar en Sarajevo el 28 de junio de 1914. Ese crimen fue la excusa sobre la que se apoyó el comienzo de lo que luego se conocería como la Primera Guerra Mundial. Un retrato casi psicoanalítico de la personalidad del archiduque se combina con los desaires cortesanos que atormentaron a su esposa, Sofía, por no ser de cuna lo suficientemente encumbrada, y con un análisis que hunde el bisturí a fondo en la política internacional de los Habsburgo. Para Rebecca West se trataba de episodios contemporáneos. Veinte años después de los sucesos de 1914 podía describirlos con precisión y, a la vez, beneficiarse de la perspectiva histórica.
Era un hecho histórico, pero la autora todavía estaba haciendo periodismo. Habla de las desventuras de la futura emperatriz como si se tratara de una biografía de Lady Di, en el filo de la navaja entre cierto reflejo de amarillismo y el relato punzante y lúcido de una trayectoria pública marcada por la tragedia. Habla de las chapucerías de la seguridad austrohúngara como si hiciera un reportaje de actualidad. Y duda, con la autoridad de quien dispone de fuentes directas a las que consultar en entrevistas reservadas. Todo lo que se lee en esa decena larga de páginas del capítulo dedicado al atentado resulta, para nosotros, lejanos lectores de otro siglo, jugoso.
Gavrilo Princip
Ya hace tiempo que terminó la Primera Guerra Mundial cuya mecha se encendió en Sarajevo, y faltan apenas algunos meses para que llegue la Segunda Guerra. La autora se encuentra, en una calle de la principal ciudad bosnia, ante una placa que recuerda el atentado. Es un homenaje reciente de un Estado joven, surgido después de la guerra que acabó con dos imperios, el Austro-Húngaro y el Turco-Otomano. Ese Estado se llamaba Yugoslavia. Fue la primera de las Yugoslavias, la monárquica. La placa decía: “En este histórico lugar, Gavrilo Princip fue el iniciador de la libertad, el 28 de junio, día de San Vito, de 1914”. Hoy la placa ya no existe. Fue arrancada por los bosnio-musulmanes durante la guerra que entre 1992 y 1995 acabó con la segunda de las Yugoslavias, la comunista. No la quitaron para honrar la memoria del archiduque, sino para borrar todo rastro del acto de Princip, que era serbio. Pero la esquina sigue estando allí. Y aunque el puente ya no lleve el nombre del magnicida, igual resulta inevitable sentarse sobre el muro del paseo del río e imaginar la escena. Como existía temor de un atentado, se cambió la ruta de la comitiva, pero el automóvil que abría la caravana no conocía los nuevos planes y tomó por un camino equivocado, lo que desconcertó al chofer del archiduque que detuvo su coche justo frente a Princip.
El joven, que no era un gran tirador y jamás hubiera dado en el blanco si el automóvil hubiese estado en movimiento, pudo apuntar con tranquilidad y disparar al corazón de Francisco Fernando. De los actores de esa escena, el más enigmático es el asesino. Era nieto de un hombre que apareció en un pueblo bosnio en tiempos de una de las frecuentes insurrecciones contra los turcos, y que usaba “una curiosa chaqueta plateada con cascabeles que tenía intrigados a los lugareños” y que le valió el sobrenombre de princip (príncipe), que luego se transformaría en su apellido. Ese mote llegó incluso a alimentar el rumor de que el asesino podría haber sido hijo ilegítimo de su víctima. En realidad el primero de los Princip “era un simple campesino que se casó con una mujer de ese pueblo homérico, los montenegrinos, y engendró una familia en las cimas de la pobreza”. Uno de los hijos de Princip le dio nueve nietos, de los cuales murieron seis. El físicamente más débil de los tres nietos sobrevivientes, Gavrilo, sería el encargado de tirar del gatillo en Sarajevo
==Tercera parte de seis
* 1- Los Balcanes según Rebecca West (I)
* 2- Los Balcanes según Rebecca West (II)
* 4- Los Balcanes según Rebecca West (IV)
* 5- Los Balcanes según Rebecca West (V)
* 6- Los Balcanes según Rebecca West (VI)
(Artículo de Roberto López Belloso. Publicado en Brecha en enero de 2002)
Etiquetas: Austria-Hungría, Balcanes, Bosnia, Montenegro
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