Cachemira: Radiografía de los separatistas
Los más de 120 grupos guerrilleros que operan en Cachemira se dividen en dos grandes tendencias: la favorable a la independencia de Cachemira y a la unificación de las zonas que están actualmente en poder de la India y de Pakistán, y la que busca una unión a Pakistán de la Cachemira India. Los primeros son herederos de los tiempos de la descolonización y actualmente están representados por el Frente de Liberación de Jammu y Cachemira (JKLF), creado en 1977 por veteranos del movimiento que se formó en 1965 casi con el mismo nombre pero con una letra más en la sigla: Frente Nacional de Liberación de Jammu y Cachemira (JKNLF).
En su página en internet, el JKLF deja en claro su posición: “el tema de Cachemira no es una disputa territorial entre Pakistán y la India, es una cuestión de independencia nacional para más de trece millones de personas que están listas a ejercer el inalienable derecho de autodeterminación que se consagra en la Carta de las Naciones Unidas”. A renglón seguido agregan que no aceptarán que Jammu-Cachemira sea integrada a ninguno de los Estados que actualmente los ocupan. Aseguran que las bases sobre las que se fundará el nuevo país que pretenden crear, serán las libertades fundamentales, la democracia, la justicia social, el Estado de bienestar, el respeto a los derechos humanos, y la no discriminación en base “a creencias, casta, sexo o cultura”, en lo que puede ser visto como un intento por marcar distancia tanto de los hindúes como de los islamistas de inspiración talib.
El ala islamista está formada por decenas de pequeños grupos, entre los que se cuentan el Hizb-ul-Mujahideen (Partido de los mujaidines), el Al-Barq (Relámpago), los Allah-Tigers (Tigres de Alá), los Dukhtaran-e-Milat (Hijos del islam), la Jammat-ul-Mujahideen (Comunidad de los mujaidines), el Harakat-ul-Ansar (Movimiento de los compañeros del Profeta), y el Harakat-ul-Mujahidee (Movimiento de los mujaidines), y el Jaish-e-Mohammad.
Este último se atribuyó el ataque suicida contra el parlamento de Cachemira, que el 1 de octubre del año pasado costó la vida a no menos de 25 personas. Por su parte, el Movimiento de los mujaidines fue, según la BBC, el responsable del minado de un camino por el que iba a pasar una tradicional peregrinación hindú. Otros grupos, como el Harakat-ul-Ansar, han sido señalados por cometer asesinatos indiscriminados de civiles de religión hindú. El periódico Washington Post escribió que, en muchos casos, los atacantes combinan el uso de armas de fuego con los golpes de hacha.
==Cuarta parte de seis
* 1- Sube el volumen de una guerra silenciosa
* 2- La interna islamista
* 3- El juego de las potencias
* 5- Cachemira: Paramilitares indios
* 6- La carrera nuclear
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en enero de 2002)
En su página en internet, el JKLF deja en claro su posición: “el tema de Cachemira no es una disputa territorial entre Pakistán y la India, es una cuestión de independencia nacional para más de trece millones de personas que están listas a ejercer el inalienable derecho de autodeterminación que se consagra en la Carta de las Naciones Unidas”. A renglón seguido agregan que no aceptarán que Jammu-Cachemira sea integrada a ninguno de los Estados que actualmente los ocupan. Aseguran que las bases sobre las que se fundará el nuevo país que pretenden crear, serán las libertades fundamentales, la democracia, la justicia social, el Estado de bienestar, el respeto a los derechos humanos, y la no discriminación en base “a creencias, casta, sexo o cultura”, en lo que puede ser visto como un intento por marcar distancia tanto de los hindúes como de los islamistas de inspiración talib.
El ala islamista está formada por decenas de pequeños grupos, entre los que se cuentan el Hizb-ul-Mujahideen (Partido de los mujaidines), el Al-Barq (Relámpago), los Allah-Tigers (Tigres de Alá), los Dukhtaran-e-Milat (Hijos del islam), la Jammat-ul-Mujahideen (Comunidad de los mujaidines), el Harakat-ul-Ansar (Movimiento de los compañeros del Profeta), y el Harakat-ul-Mujahidee (Movimiento de los mujaidines), y el Jaish-e-Mohammad.
Este último se atribuyó el ataque suicida contra el parlamento de Cachemira, que el 1 de octubre del año pasado costó la vida a no menos de 25 personas. Por su parte, el Movimiento de los mujaidines fue, según la BBC, el responsable del minado de un camino por el que iba a pasar una tradicional peregrinación hindú. Otros grupos, como el Harakat-ul-Ansar, han sido señalados por cometer asesinatos indiscriminados de civiles de religión hindú. El periódico Washington Post escribió que, en muchos casos, los atacantes combinan el uso de armas de fuego con los golpes de hacha.
==Cuarta parte de seis
* 1- Sube el volumen de una guerra silenciosa
* 2- La interna islamista
* 3- El juego de las potencias
* 5- Cachemira: Paramilitares indios
* 6- La carrera nuclear
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en enero de 2002)
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