11 enero 2002

Sube el volumen de una guerra silenciosa

India y Pakistán volvieron a incrementar la tensión alrededor del disputado territorio de Cachemira, donde en poco más de medio siglo ocurrieron cuatro guerras. Una pulseada entre dos rudimentarias potencias nucleares con efectos en la estabilidad regional y en la interna islamista. Cada día, en Cachemira, mueren dos personas por violaciones a los derechos humanos.

Alguna vez Cachemira fue llamada “el valle feliz”. Hoy ostenta un rótulo muy diferente. Se le llama “el campo de batalla más alto del mundo”. Cada vez que se producen escaladas bélicas suelen morir más soldados por el frío que por el fuego enemigo. Pero aún en los momentos en los que reina una tregua aparente, la acción militar no se detiene. Ciento veinte grupos guerrilleros islamistas, algunos de ellos independentistas, otros favorables a una unión territorial a Pakistán, se enfrentan con medio millón de soldados de la India. La población civil, aseguran los organismos defensores de los derechos humanos, está sitiada.

El problema de Cachemira comenzó en 1947, con el Acta de Independencia India. En ese momento nace la India moderna, en un territorio que era colonia británica, y se crea Pakistán para albergar zonas mayoritariamente musulmanas. Cachemira, cuya población era musulmana en un 80 por ciento, quedaba encerrada entre ambos Estados. El Acta le concedió la opción de pasar a integrar uno de los dos países. La explicación de lo que pasó luego depende del cristal con que lo mire el historiador de turno. India y Pakistán tienen visiones diferentes de un mismo proceso. Si se intenta leer los hechos de la manera más desapasionada posible, se puede decir que el entonces gobernante de Cachemira, el maharaja Hari Singh, inicialmente estaba a favor de la independencia de su territorio, pero más tarde, argumentando una amenaza tribal procedente de Pakistán, decidió adherirse a la India a cambio de asistencia militar y de un prometido referendo.

Esto estuvo en el origen de la primera guerra de Cachemira, que entre 1947 y 1948 enfrentó a la India y Pakistán. En 1965 hubo una segunda secuencia de fuertes enfrentamientos. En 1971 se produjo la guerra por la independencia de Bangladesh, que redibujó la línea de demarcación en Cachemira. Luego de casi tres décadas de frecuentes escaramuzas, varias de ellas libradas en el glacial de Siachen, todavía no demarcado oficialmente, comenzó la pulseada nuclear. Ghauri fue un guerrero musulmán que en el pasado conquistó parte de la India. Ahora, el espectro de Ghauri dejó los libros de historia y su nombre pasó a denominar el misil nuclear de rango medio (foto) creado por Pakistán en abril de 1998. En mayo de ese mismo año se realizaron las pruebas nucleares subterráneas tanto de la India como de Pakistán, que transformaron a los dos enemigos en potencias nucleares. Ya con el arsenal atómico a disposición, en 1999 se libró la que algunos denominaron la cuarta guerra de Cachemira, y que consistió en la incusión de una columna de al menos cuatrocientos islamistas, y su posterior expulsión por parte de una combinación de helicópteros artillados, bombardeos y fuego de infantería indio.

Actualmente Cachemira está dividida en dos zonas, una bajo control de la India y otra en manos de Pakistán. La zona india se llama Jammu-Cachemira, ocupa dos tercios del territorio, la habitan siete millones setecientos mil personas, y tiene por capital la ciudad de Srinagar. La parte pakistaní se llama Cachemira Azad, su capital es Muzaffarabad y su población son casi tres millones de habitantes. Se calcula que, desde 1989, los combates en Cachemira tuvieron un saldo de 30 mil muertos.

==Primera parte de cuatro

* 2- El juego de las potencias
* 3- La interna islamista
* 4- Cachemira: Radiografía de los separatistas
* 5- Cachemira: Paramilitares indios
* 6- La carrera nuclear

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 11 enero de 2002)

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