El tercer espacio
Las ciudades ya no son lo que eran. Geógrafos, antropólogos, urbanistas y especialistas provenientes de otros campos de las ciencias sociales han venido estableciendo una serie de categorías con las que buscan explicar, o al menos describir, nuevas formas de ciudad.
Michael Dear (foto), un geógrafo escocés que actualmente es decano del Departamento de Geografía de la University of Southern California, acuñó el término “ciudad pos fronteriza” para referirse a lo que llama Bajalta California, esa megaciudad de más de 22 millones de habitantes situada en la frontera entre Estados Unidos y México que abarca las ciudades de Tijuana y San Diego, fundidas imperceptiblemente con Tecate y Rosarito, y la desparramada metrópolis de Los Angeles. Una megaciudad que contiene en su interior varias comunas rojas, o más bien barrios, en los que la contestación política ya no surge de la conciencia de la clase sino de la conciencia de pertenecer a lo que los habitantes hispanos llaman “la raza”.
El uso por parte de Michael Dear* de formas verbales que parecen tomadas de una receta de cocina –fundida, desparramada- dan cuenta de una “cocción rápida” que formó en menos de un siglo una megaciudad que no puede verse sino como una consecuencia de las tensiones entre México y Estados Unidos. Dear, que se atribuye la creación del término ciudad pos fronteriza, no tiene inconveniente en reconocer los aportes que ha tomado de otros, como Néstor García Canclini, quien analizó el modo en que las tensiones de esta frontera en particular producen una "hibridización" que comprende a la vez una deslocalización (asociada con la migración) y una desterritorialización (vinculada a la globalización). De este modo Tijuana, según García Canclini, podría ser definida como un gran laboratorio de la postmodernidad, o lo que Homi Bhaba –también citado por Dear- califica como "tercer espacio", que no es otra cosa que un espacio “entre culturas”, la conciencia de borde de la que habla Debra Castillo, otra de las fuentes de inspiración del geógrafo escocés.
El urbanista Jordi Borja**, que dirige la maestría de políticas urbanas en la Universidad de Barcelona, prefiere abstenerse de agregar un nuevo concepto a esta catarata de definiciones. En su opinión la ciudad, ese tejido urbano que nos cuesta tanto comprender, es una coexistencia de tres tipos de ciudades. Está la ciudad clásica de los centros históricos, los núcleos medievales, las intervenciones barrocas y neoclásicas; todo eso conviviendo con la ciudad moderna de las extensiones metropolitanas, los ensanches, la suburbanización industrial, la vivienda proletaria y los suburbios jardín; pero también con lo que Borja llama la ciudad difusa, los asentamientos de la periferia, las Exópolis, esos tramos de ciudad exiliados de la ciudad.
Las exópolis de Borja, que existen pero no se ven, parecen ser el revés de la trama de las "Ciudades Simuladas" de las que habla el geógrafo Edward Soja (foto), y que son ciudades que se ven pero que no necesariamente existen. Según Soja, las fuerzas económicas y globalizadoras han reconfigurado nuestro imaginario socio-espacial de la ciudad. En un artículo publicado en la Revista de Geografía y Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona, se compara esta conceptualización de la ciudad simulada (expresión extrema de un urbanismo postmoderno de redes de comunicaciones y mundos virtuales creados por ordenador) con las teorías de Jean Baudrillard quien llamaba la atención sobre la sustitución acumulativa del mundo real por sus representaciones o imágenes simuladas.
* Revista Café de las ciudades, número. 24¨
** La Ciudad Conquistada (Alianza Editorial, Madrid, 2003)
Consta de seis partes: * 1- León ciudad sandinista, * 2- Más que un damero, * 3- Bobigny: Asterix el rojo, * 4- Bajalta California: el tercer espacio, * 5- Bologna: ciudad partisana, * 6- Imaginarios urbanos.
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 1 de junio de 2007)
Michael Dear (foto), un geógrafo escocés que actualmente es decano del Departamento de Geografía de la University of Southern California, acuñó el término “ciudad pos fronteriza” para referirse a lo que llama Bajalta California, esa megaciudad de más de 22 millones de habitantes situada en la frontera entre Estados Unidos y México que abarca las ciudades de Tijuana y San Diego, fundidas imperceptiblemente con Tecate y Rosarito, y la desparramada metrópolis de Los Angeles. Una megaciudad que contiene en su interior varias comunas rojas, o más bien barrios, en los que la contestación política ya no surge de la conciencia de la clase sino de la conciencia de pertenecer a lo que los habitantes hispanos llaman “la raza”.
El uso por parte de Michael Dear* de formas verbales que parecen tomadas de una receta de cocina –fundida, desparramada- dan cuenta de una “cocción rápida” que formó en menos de un siglo una megaciudad que no puede verse sino como una consecuencia de las tensiones entre México y Estados Unidos. Dear, que se atribuye la creación del término ciudad pos fronteriza, no tiene inconveniente en reconocer los aportes que ha tomado de otros, como Néstor García Canclini, quien analizó el modo en que las tensiones de esta frontera en particular producen una "hibridización" que comprende a la vez una deslocalización (asociada con la migración) y una desterritorialización (vinculada a la globalización). De este modo Tijuana, según García Canclini, podría ser definida como un gran laboratorio de la postmodernidad, o lo que Homi Bhaba –también citado por Dear- califica como "tercer espacio", que no es otra cosa que un espacio “entre culturas”, la conciencia de borde de la que habla Debra Castillo, otra de las fuentes de inspiración del geógrafo escocés.
El urbanista Jordi Borja**, que dirige la maestría de políticas urbanas en la Universidad de Barcelona, prefiere abstenerse de agregar un nuevo concepto a esta catarata de definiciones. En su opinión la ciudad, ese tejido urbano que nos cuesta tanto comprender, es una coexistencia de tres tipos de ciudades. Está la ciudad clásica de los centros históricos, los núcleos medievales, las intervenciones barrocas y neoclásicas; todo eso conviviendo con la ciudad moderna de las extensiones metropolitanas, los ensanches, la suburbanización industrial, la vivienda proletaria y los suburbios jardín; pero también con lo que Borja llama la ciudad difusa, los asentamientos de la periferia, las Exópolis, esos tramos de ciudad exiliados de la ciudad.
Las exópolis de Borja, que existen pero no se ven, parecen ser el revés de la trama de las "Ciudades Simuladas" de las que habla el geógrafo Edward Soja (foto), y que son ciudades que se ven pero que no necesariamente existen. Según Soja, las fuerzas económicas y globalizadoras han reconfigurado nuestro imaginario socio-espacial de la ciudad. En un artículo publicado en la Revista de Geografía y Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona, se compara esta conceptualización de la ciudad simulada (expresión extrema de un urbanismo postmoderno de redes de comunicaciones y mundos virtuales creados por ordenador) con las teorías de Jean Baudrillard quien llamaba la atención sobre la sustitución acumulativa del mundo real por sus representaciones o imágenes simuladas.
* Revista Café de las ciudades, número. 24¨
** La Ciudad Conquistada (Alianza Editorial, Madrid, 2003)
Consta de seis partes: * 1- León ciudad sandinista, * 2- Más que un damero, * 3- Bobigny: Asterix el rojo, * 4- Bajalta California: el tercer espacio, * 5- Bologna: ciudad partisana, * 6- Imaginarios urbanos.
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 1 de junio de 2007)
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