01 junio 2007

Bologna ciudad partisana

Roja. Laberíntica. Angulada. Así es Bologna. Broncíneas sirenas aprietan sus senos para que fluya el agua en la fuente de Neptuno. Enfrente, los palazzi de la Plaza Mayor. Unas cuadras más allá, dos torres delgadas, inclinadas, testimonian el tiempo en que las familias rivales debían hacer de su hogar una fortaleza.La capital de la Emilia-Romagna no sólo es roja por el color de sus edificios.

Las elecciones municipales de 1999 habían dado la alcaldía a la centroderecha, por primera vez desde la segunda posguerra europea. Pero en 2004 Sergio Cofferati, un sindicalista apasionado por la ciencia ficción, la devolvió a su espacio natural de pertenencia política, la centroizquierda. No fue una elección ganada exclusivamente por los partidos, sino que más de medio centenar de movimientos sociales se reunieron en el colectivo Unirsi, que con una estructura asamblearia continúa teniendo protagonismo en la vida política local. A principios de este año se conoció un manifiesto en el que llamaban a Cofferati a no olvidar sus compromisos sociales, a riesgo de que las elecciones 2009 repitieran la derrota de diez años atrás.

El presente de izquierda de la ciudad (que fue una de las primeras en Europa en montar una red para brindar internet gratis a sus ciudadanos), tiene en la historia del siglo pasado muchos espejos en los que mirarse. Como por ejemplo el recuerdo del atentado fascista que el 2 de agosto de 1980 causó 85 muertos en la estación central de trenes. O los años de la inmediata posguerra, en los cuales un síndico (alcalde) de izquierda lideró la reconstrucción de una ciudad que estaba destruida en un 70 por ciento de su infraestructura. Se trató de Giuseppe Dozza, uno de los organizadores de la resistencia antifascista en la Emilia-Romagna. No es casual la vinculación estrecha entre Bologna y uno de los líderes partisanos.

Una relación carnal que se refleja en el texto que acompañó la entrega a la ciudad de la medalla de oro al valor militar en la guerra de liberación: “Ciudad partisana, fiel a las antiguas tradiciones, no quiso inclinarse ante la prepotencia del invasor alemán, y con la sangre purísima de millares de sus mejores hijos, con sus casas destruidas, y en épicos combates sostenidos con las armas quitadas al enemigo, fue la vanguardia en luchas sin par y en la insurrección que en el alba radiante abrió a la Patria el camino hacia la reconquista de su libertad (setiembre 1943 - abril 1945)”.

Consta de seis partes: * 1- León ciudad sandinista, * 2- Más que un damero, * 3- Bobigny: Asterix el rojo, * 4- Bajalta California: el tercer espacio, * 5- Bologna: ciudad partisana, * 6- Imaginarios urbanos.

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 1 de junio de 2007)