Tres frentes de la diplomacia china (I)
El tsunami político provocado por un líder opositor japonés sobre la necesidad de que su país produzca armas nucleares para “frenar la amenaza china”, sumado al acuerdo militar entre Rusia y la OTAN, permite observar cómo juega sus cartas Pekin cuando se ve en la necesidad de actuar en tres partidas que se desarrollan en simultáneo pero con reglas diferentes.
Según el Times de Japón, el principal líder del Partido Liberal nipón, Ichiro Ozawa (foto), dijo el 6 de abril que "en caso de una expansión excesiva de China, Japón produciría armas nucleares para 'frenar' a China; el plutonio de la central eléctrica nuclear de Japón puede producir perfectamente 4.000 cabezas nucleares, y no perderemos a China en términos de fuerza militar". Seis días más tarde, el Diario del Pueblo, que refleja la línea del gobierno chino, publicó un artículo de opinión en el que llamó a tomar en serio las palabras de Ozawa, y recordó declaraciones similares realizadas por dirigentes japoneses en el pasado, reflotando las realizadas en 1994 por Hata Tsutomu, mientras era primer ministro, cuando dijo que su país estaba en condiciones de producir armas atómicas.
Cabe recordar que desde el 24 de noviembre de 1971 la ley japonesa prohibe poseer, producir o importar armamento nuclear. Un portavoz de la cancillería japonesa, se apresuró a declarar que las palabras del político opositor “contradicen las esperanzas de paz y amistad entre los dos países y pueblos”. El momento elegido por Ozawa para sus belicosas afirmaciones no fue fruto del azar: apenas unos días antes de que el primer ministro de su país, Junichiro Koizumi, visitara a su par chino, Zhu Rongji.
Las relaciones entre Japón y China nunca fueron fáciles. Desde 1952, cuando los japoneses se alinearon con Taiwán, gobierno considerado ilegal por China, hasta 1972 en que normalizaron sus vínculos diplomáticos, hubo un abismo entre ambos países. Luego la situación comenzó a distenderse, dando lugar a una serie de intercambios de visitas oficiales de primer nivel, pero no dejaron de producirse incidentes aislados como el caso de los Juegos Asiáticos de Hiroshima, cuando el gobierno japonés decidió otorgar visa de entrada al dirigente taiwanés Hsu Li-The, a pesar de la fuerte oposición del gobierno pekinés.
Actualmente existen seis puntos sensibles en las relaciones bilaterales: el análisis histórico de episodios como la invasión japonesa a China, el vínculo con Taiwán, las islas Diaoyu, la cooperación en temas seguridad entre Japón y Estados Unidos, las reparaciones de guerra, la polémica por el uso de armas químicas japonesas sobre ciudades chinas, y el caso Guanghualiao que, a primera vista, podría resumirse como una disputa sobre si la propiedad de un dormitorio estudiantil para chinos ubicado en Kyoto corresponde a China o a Taiwán, pero que refleja varias de las aristas más polémicas de las relaciones diplomáticas asiáticas.
==Primera parte de cuatro
* 2- Parte II
* 3- Parte III
* 4- Parte IV
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en junio de 2002)
Según el Times de Japón, el principal líder del Partido Liberal nipón, Ichiro Ozawa (foto), dijo el 6 de abril que "en caso de una expansión excesiva de China, Japón produciría armas nucleares para 'frenar' a China; el plutonio de la central eléctrica nuclear de Japón puede producir perfectamente 4.000 cabezas nucleares, y no perderemos a China en términos de fuerza militar". Seis días más tarde, el Diario del Pueblo, que refleja la línea del gobierno chino, publicó un artículo de opinión en el que llamó a tomar en serio las palabras de Ozawa, y recordó declaraciones similares realizadas por dirigentes japoneses en el pasado, reflotando las realizadas en 1994 por Hata Tsutomu, mientras era primer ministro, cuando dijo que su país estaba en condiciones de producir armas atómicas.
Cabe recordar que desde el 24 de noviembre de 1971 la ley japonesa prohibe poseer, producir o importar armamento nuclear. Un portavoz de la cancillería japonesa, se apresuró a declarar que las palabras del político opositor “contradicen las esperanzas de paz y amistad entre los dos países y pueblos”. El momento elegido por Ozawa para sus belicosas afirmaciones no fue fruto del azar: apenas unos días antes de que el primer ministro de su país, Junichiro Koizumi, visitara a su par chino, Zhu Rongji.
Las relaciones entre Japón y China nunca fueron fáciles. Desde 1952, cuando los japoneses se alinearon con Taiwán, gobierno considerado ilegal por China, hasta 1972 en que normalizaron sus vínculos diplomáticos, hubo un abismo entre ambos países. Luego la situación comenzó a distenderse, dando lugar a una serie de intercambios de visitas oficiales de primer nivel, pero no dejaron de producirse incidentes aislados como el caso de los Juegos Asiáticos de Hiroshima, cuando el gobierno japonés decidió otorgar visa de entrada al dirigente taiwanés Hsu Li-The, a pesar de la fuerte oposición del gobierno pekinés.
Actualmente existen seis puntos sensibles en las relaciones bilaterales: el análisis histórico de episodios como la invasión japonesa a China, el vínculo con Taiwán, las islas Diaoyu, la cooperación en temas seguridad entre Japón y Estados Unidos, las reparaciones de guerra, la polémica por el uso de armas químicas japonesas sobre ciudades chinas, y el caso Guanghualiao que, a primera vista, podría resumirse como una disputa sobre si la propiedad de un dormitorio estudiantil para chinos ubicado en Kyoto corresponde a China o a Taiwán, pero que refleja varias de las aristas más polémicas de las relaciones diplomáticas asiáticas.
==Primera parte de cuatro
* 2- Parte II
* 3- Parte III
* 4- Parte IV
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en junio de 2002)
Etiquetas: China 2000/2005, EEUU 2000/2003, Estados Unidos, Japón, Rusia, Rusia 2000/2005
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