08 diciembre 2006

Congo: diez veces peor

La cifra se ha repetido con insistencia en las últimas dos semanas. Cada día mueren cien personas a causa de la violencia en Irak. Con una cierta mueca de monotonía las cadenas internacionales muestran a diario imágenes que parecen calcadas de las que mostraron el día anterior. Sin embargo es muy poco lo que se dice de lo que ocurre en otra parte del planeta en la que, cada día, un conflicto militar mata –directamente o aliada con la pobreza– diez veces más personas que las que mueren en Irak. Pese a ser escenario de la peor catástrofe humanitaria que se vive en el mundo de hoy a raíz de un conflicto armado, la República Democrática del Congo apenas motiva algún flash informativo cuando los partidarios de un candidato perdedor queman las instalaciones de algún tribunal electoral (en la foto J.P.Bemba). Muy poco más es lo que se difunde sobre el país más afectado por la larga Guerra de los Grandes Lagos, calificada más de una vez como la “primera guerra mundial africana”.

El miércoles 6 se produjo la asunción del primer presidente electo democráticamente en cuarenta años. El ganador fue Joseph Kabila (hijo del legendario y polémico Laurent Kabila) tras derrotar en segunda vuelta a Jean-Pierre Bemba, del Movimiento por la Liberación del Congo (MLC). Precisamente los seguidores de Bemba fueron quienes el mes pasado quemaron las instalaciones del organismo electoral ante sospechas de fraude. Sin embargo, el propio Bemba bajó los decibeles al diferendo. El último martes de noviembre, un día después que la Corte Suprema hubiera declarado a su rival como ganador, Bemba dio un discurso televisado en el que señaló su disposición a participar en la vida democrática del país como líder de la oposición. El resumen de prensa de la misión de Naciones Unidas permite ver cómo los diarios locales reflejaron de diferente manera las declaraciones de Bemba. El más optimista fue el períodico La Tempête des Tropiques, que haciendo honor a su nombre (tempestad de los trópicos) vaticinó que "la tormenta ha pasado".

La turbulencia que todavía no se ha superado es la que proviene de la vecina Uganda. Recientemente Koffi Annan, Secretario General de la ONU, se refirió con preocupación a la incidencia desestabilizadora que tiene para la región el Ejército del Señor (LRA), una guerrilla integrista cristiana que pretende derrocar al gobierno ugandés.
Según Annan, en la parte final del año aumentaron las tensiones entre la República Democrática del Congo y Uganda, especialmente tras la entrada de tropas de la guerrilla ugandesa en territorio congoleño. No es algo nuevo, sino que a lo largo de 2006 han venido detectándose diversas incursiones de distinta entidad, a veces agravadas por el ingreso de unidades del ejército ugandés que venía persiguiendo a los irregulares.

El Congo también ha sido elegido como refugio por líderes de las LRA perseguidos por la justicia internacional. Como ejemplo de esto puede recordarse el enfrentamiento entre guerrilleros ugandeses y cascos azules guatemaltecos durante los procedimientos en los que se intentó capturar a Vincent Otti (foto), acusado de crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional.

Mientras tanto, el país espera que Kabila lidere los esfuerzos de pacificación (para lo que la cooperación de Bemba será esencial) y que comience a resolver problemas como la pobreza (que afecta al 80 por ciento de los 56 millones de habitantes) y la mortalidad infantil (uno de cada cinco niños mueren antes de cumplir los cinco años). Como contracara de su persistente crisis económica, el Congo es uno de los territorios más ricos en codiciados recursos minerales, como es el caso del coltán, imprescindible para la industria de las telecomunicaciones

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 8 de diciembre de 2006)

Etiquetas: , , ,