Divina Comedia

Italia es un país en permanente lucha interior entre las identidades locales y el intento por construir la unidad nacional. En pleno mundial, el 24 de junio, los calciatori florentinos tendrán otro motivo de distracción además de sufrir por la azzurra. Ese día se celebra un referéndum para redefinir la estructura del país. Unitario o Federal. La derecha prefiere esta última opción. La centroizquierda dice que esa forma de federalismo sería catastrófica para las regiones pobres. Las diferencias entre el norte y el sur son notorias. En Milán, por ejemplo, las vidrieras deberían estar adentro de una bóveda blindada y los clientes observar a través de una mirilla los zapatos de cinco mil euros el par.
Pero la verdadera riqueza del país es otra. Cuatro de cada diez “obras de arte” que hay en el mundo están en Italia. Desde ciudades que son en sí mismas un museo, como Venecia, hasta manuscritos ilustrados a mano en la Edad Media. La belleza es un contexto imprescindible para un pueblo que sufre el fútbol con el mismo exceso espiritual con el que los personajes de las óperas mueren de celos o conspiran contra la monarquía. Compone Puccini, el duetto lo hacen Del Piero y Totti (¿por qué no pueden jugar juntos, dottore?).
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en La Diaria en mayo de 2006)
Etiquetas: fútbol, Italia, Literatura, Mundial 2006
<< Home