06 septiembre 2007

Putin: tensión dinámica

“Tal vez su próximo paso, tras despojarse de su camisa, sea despojar a la Constitución de algunas de sus cláusulas, a fin de buscar otra reelección”. El comentario, de un programa radial moscovita citado por la agencia ap, es parte de la cadena de reacciones que despertó la publicación de unas fotografías sobre las vacaciones siberianas del presidente ruso. Las imágenes, que lo muestran con el torso desnudo, dieron pie tanto a la sátira política de la oposición como al triunfalismo pos soviético de la prensa oficialista. Es como si hubieran regresado los tiempos de Charles Atlas: quien quiera dejar de ser un alfeñique de 44 quilos puede seguir el programa de ejercicios que publica el Komsomolskaya Pravda para tener una musculatura como la del mismísimo Vladimir Putin.

Con las energías renovadas por sus caminatas al aire libre, el líder que insufló un nuevo espíritu de potencia a la vieja Rusia no se limita a fomentar la nostalgia por los años del método Atlas, ese que en plena Guerra Fría llegaba al Río de la Plata en las contratapas de las revistas de historietas. En sintonía con la época naive en la que sólo se necesitaban 15 minutos diarios para seguir el curso de “tensión dinámica” por correspondencia, el impetuoso inquilino del Kremlin ha decidido reformular la historia que se enseña en las escuelas de su país. Si Charles podía transformar a un lector del Hombre Araña en un forzudo de circo, los pedagogos de Vladimir bien pueden retocar la imagen de un archivillano.

Los nuevos textos, aprobados para el próximo año lectivo, reivindican diversos aspectos de la era soviética. Ahora Stalin ha dejado de ser un criminal y se ha convertido en “una figura contradictoria”. La historia no es un mecanismo de autoflagelación sino que debe fomentar el patriotismo, justifican los nuevos historiadores. Patriotismo a gran escala, como la presentación en sociedad, el miércoles 22, de una gigantesca bandera rusa de 400 metros cuadrados desplegada a orillas del río Moscova. “La autoridad de nuestro país aumenta, la autoridad de nuestra bandera nacional también”, dijo a la agencia Ria-Novosti el político nacionalista Boris Gryzlov comentando el estreno del lienzo tricolor.


EL GARROTE Y LA ZANAHORIA. En Praga la política exterior del Kremlin despierta cualquier efecto menos la risa. Basta levantar la vista desde los muelles del Voltava para ver un enorme metrónomo rojo que ocupa el lugar en el que antes estaba una faraónica estatua de Stalin. La semana pasada los políticos checos no necesitaron de ningún símbolo urbano que les recordara la difícil relación con el “gran hermano del este”. El martes 21 el Kremlin amenazó a la República Checa con la posibilidad de tomar represalias militares si comete el “grave error” de alojar en su territorio un escudo antimisiles impulsado por Estados Unidos. La advertencia no pudo ser más directa. Ocurrió por boca del jefe del Estado Mayor ruso, Yuri Baluyevski, y fue hecha directamente al ministro de Defensa checo, Martin Bartak, durante un encuentro en Moscú.

Alardes de fuerza a tono con las declaraciones de Putin del mismo 21, cuando prometió volver a convertir a su país en una gran potencia en términos de industria militar aeroespacial. Y a tono también con los episodios que se venían sucediendo en los días anteriores, como la bandera de titanio plantada en el Polo Norte o la reanudación de los vuelos de los bombarderos rusos de largo alcance que, según algunas versiones, ensombrecieron el espacio aéreo británico.

En una especie de juego bipolar tradicionalmente conocido como táctica del garrote y la zanahoria, el Kremlin aplicó un bálsamo inmediatamente después del puñetazo. Propuso que el ex gobernador del banco central checo, Josef Tosofsky (imagen), sea el nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). “Hemos llevado a cabo extensas consultas con colegas de otros países y estamos seguros de que la mayoría quiere un director general que sea elegido de manera competitiva, por sus cualidades profesionales.” La afirmación del Ministerio de Finanzas ruso está en sintonía con el reclamo que Moscú realizara recientemente junto con China, India y Brasil, de que se terminara con el reparto tradicional de poder en los organismos financieros internacionales, que reserva la máxima jerarquía del Banco Mundial para Estados Unidos y del fmi para Europa.

Los checos, sin embargo, no aceptaron el cumplido y mantienen su apoyo a Dominique Strauss-Kahn, el socialista francés que es candidato oficial europeo y que fue impulsado por el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy. La candidatura de Tosofsky tiene entonces la paradoja de no contar con el apoyo del propio país del economista.

A principios de agosto la pulseada entre Putin y Sarkozy no sólo los enfrentó en términos de candidaturas al fmi, sino que el galo también tuvo su episodio de fotografía deportiva. En ese campo, sin embargo, no salió muy bien parado. La revista L’Express reveló ayer jueves que la instantánea de Sarkozy remando, también a torso descubierto, que publicara Paris Match el día 9, fue retocada por computadora para esconder los quilos de más que, a modo de flotadores naturales, exhibía el presidente remero

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 24 de agosto de 2007)

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