El año que estaremos en peligro
CUANDO EL PODER de los actuales sectores dominantes del ejército pakistaní se erosione definitivamente, ese país de Asia verá la llegada al gobierno de un líder islamista. Esa –y no el programa nuclear iraní– es la encrucijada que aparece como más crítica en el horizonte del equilibrio internacional.
Una vez que eso ocurra, el escenario más optimista consiste en que el resto del mundo musulmán, especialmente a través de Turquía y Egipto, logre mantener al Pakistán islamista como un actor más de la política mundial. Ese Pakistán integrado al sistema global tendrá posturas urticantes al estilo del Irán de hoy, pero no pasará de las palabras a la acción, ni contra la vecina India ni contra Israel. Un escenario algo más sombrío muestra a Estados Unidos actuando contra ese régimen islamista y desmantelando rápidamente su capacidad de respuesta nuclear, pero enfrascándose en una guerra todavía más larga y sangrienta que la de Irak. En el extremo más pesimista está la posibilidad de que una agresión estadounidense desate una respuesta nuclear pakistaní.
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 24 de agosto de 2007)
Una vez que eso ocurra, el escenario más optimista consiste en que el resto del mundo musulmán, especialmente a través de Turquía y Egipto, logre mantener al Pakistán islamista como un actor más de la política mundial. Ese Pakistán integrado al sistema global tendrá posturas urticantes al estilo del Irán de hoy, pero no pasará de las palabras a la acción, ni contra la vecina India ni contra Israel. Un escenario algo más sombrío muestra a Estados Unidos actuando contra ese régimen islamista y desmantelando rápidamente su capacidad de respuesta nuclear, pero enfrascándose en una guerra todavía más larga y sangrienta que la de Irak. En el extremo más pesimista está la posibilidad de que una agresión estadounidense desate una respuesta nuclear pakistaní.
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 24 de agosto de 2007)
Etiquetas: Pakistán
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