Cartogramas/Agios Nectarios

En todas partes hay un personaje secundario enajenado. Como aquel que recorría las calles de mi pueblo en bicicleta gritando como un asno en cada esquina, o el pintor demente que repetía su autorretrato al infinito en sucias hojas que intentaba venderle a los turistas del Puente de Carlos, en Praga, mientras les sacaba la lengua y los insultaba amenazante.
El ómnibus llega, finalmente. El trayecto hacia la ciudad de Egina es como todos los trayectos griegos. Hay una embriaguez que se apodera del alma mientras los ojos se dan de bruces contra una bahía que trae de regreso el mar que había quedado oculto por una colina. Como en un altar los iconos llenan el tablero del conductor y el sol, tibio, acaricia a los pasajeros que se dejan llevar por las pronunciadas curvas con la aburrida naturalidad del tedio. Todo viajero se ha preguntado lo mismo alguna vez: ¿qué hacen los lugareños con tanta belleza?

Una enramada protege del sol cuatro o cinco mesas rústicas rodeadas por sillas con asiento y respaldo de paja que se acomodan en un patio de hormigón. Un almuerzo en ese estiatorio no se puede cambiar por nada en el mundo. El pan de campo cortado en rodajas anchas, un mantel de nylon delgadísimo apretado al borde de la mesa con unos palillos de plástico, vasos de vidrio grueso, pescado fresco, ensalada griega con olivas negras, y una jarra de latón cobrizo llena de retsina, ese vino blanco griego que efectivamente tiene un distante sabor a resina de árbol y al que nunca terminé de acostumbrar el paladar.

Algo, sin embargo, me detiene. Está muy fresca la imagen sobrecogedora del interior del monasterio de Dafne. Sospecho que Agios Nectarios no resistirá la comparación y no quiero ponerlo en el aprieto. Prefiero guardarlo en mi memoria como esa aparición magnética en medio de la ruta y ese almuerzo despojado, casi bíblico (pescado, olivas, pan y vino). En algunos minutos pasará el ómnibus siguiente y habrá que continuar camino.
(Artículo de la serie "Cartogramas", de Roberto López Belloso)
Etiquetas: Cartogramas, Grecia
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