Cuatro misiones de futuro
* Defensa del Territorio. América debe defender su territorio. Durante la Guerra Fría, la disuasión nuclear era el elemento clave en esta defensa. Esto continúa siendo esencial, pero el nuevo siglo ha venido acompañado de nuevos desafíos. Aunque reconfigurando su fuerza nuclear, Estados Unidos debe también contrarrestar los efectos de la proliferación de misiles balísticos y armas de destrucción masiva que pueden permitir a Estados menores disuadir acciones militares estadounidenses mediante la amenaza contra aliados de Estados Unidos o sobre el propio territorio americano. De todas las nuevas y actuales misiones de las fuerzas armadas de Estados Unidos, esta debe tener prioridad.
* Grandes guerras. En segundo término, Estados Unidos debe tener suficientes fuerzas capaces de ser desplegadas rápidamente y ganar guerras de gran escala múltiples y simultáneas, y capaces también de responder a contingencias imprevistas en regiones donde no se mantengan bases de fuerzas de avanzada. Si bien esto se parece al estandar de “dos guerras” que ha sido la base de la planificación de la fuerza estadounidense en la pasada década, es un estandar que necesita ser actualizado para responder a las nuevas realidades y a los nuevos conflictos potenciales.
* Deberes policiales. En tercer término, el Pentágono debe contar con fuerzas para preservar la paz en una forma que no interfiera con la conducción de las campañas en los principales teatros de operaciones. Una década de experiencia y de políticas de dos administraciones ha mostrado que estas fuerzas deben expandirse para cumplir con las necesidades de los nuevos tiempos, por ejemplo, la misión de largo aliento de la OTAN en los Balcanes, la zona de exclusión de vuelos y otras misiones en el Sudeste Asiático, así como otras misiones en regiones vitales de Asia Oriental. Estas obligaciones son las acciones más frecuentes de la actualidad; requieren fuerzas configuradas para el combate, pero capaces de asumir operaciones policiales independientes y de largo aliento.
* Transformación de las Fuerzas Armadas. Finalmente, el Pentágono debe comenzar ahora mismo a explotar la llamada “revolución en asuntos militares”, impulsada por la introducción de tecnologías de vanguardia en los sistemas militares; este objetivo esencial debe verse con una misión específica y crítica digna de una cuota de las estructuras de la fuerza y de los presupuestos de defensa.
(Tomado del documento “Reconstruyendo las defensas americanas”)
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en abril de 2003)
==Septima parte de siete
* 1- Un nuevo siglo americano
* 2- El precio del liderazgo
* 3- El dilema del Pentágono
* 4- Programa “Futuro”
* 5- Fuerza Aérea Espacial
* 6- Soldados del mañana
* Grandes guerras. En segundo término, Estados Unidos debe tener suficientes fuerzas capaces de ser desplegadas rápidamente y ganar guerras de gran escala múltiples y simultáneas, y capaces también de responder a contingencias imprevistas en regiones donde no se mantengan bases de fuerzas de avanzada. Si bien esto se parece al estandar de “dos guerras” que ha sido la base de la planificación de la fuerza estadounidense en la pasada década, es un estandar que necesita ser actualizado para responder a las nuevas realidades y a los nuevos conflictos potenciales.
* Deberes policiales. En tercer término, el Pentágono debe contar con fuerzas para preservar la paz en una forma que no interfiera con la conducción de las campañas en los principales teatros de operaciones. Una década de experiencia y de políticas de dos administraciones ha mostrado que estas fuerzas deben expandirse para cumplir con las necesidades de los nuevos tiempos, por ejemplo, la misión de largo aliento de la OTAN en los Balcanes, la zona de exclusión de vuelos y otras misiones en el Sudeste Asiático, así como otras misiones en regiones vitales de Asia Oriental. Estas obligaciones son las acciones más frecuentes de la actualidad; requieren fuerzas configuradas para el combate, pero capaces de asumir operaciones policiales independientes y de largo aliento.
* Transformación de las Fuerzas Armadas. Finalmente, el Pentágono debe comenzar ahora mismo a explotar la llamada “revolución en asuntos militares”, impulsada por la introducción de tecnologías de vanguardia en los sistemas militares; este objetivo esencial debe verse con una misión específica y crítica digna de una cuota de las estructuras de la fuerza y de los presupuestos de defensa.
(Tomado del documento “Reconstruyendo las defensas americanas”)
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en abril de 2003)
==Septima parte de siete
* 1- Un nuevo siglo americano
* 2- El precio del liderazgo
* 3- El dilema del Pentágono
* 4- Programa “Futuro”
* 5- Fuerza Aérea Espacial
* 6- Soldados del mañana
Etiquetas: EEUU 2000/2003, Estados Unidos
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