19 octubre 2007

Lula fortalece lazos con India y África:
Hombre mirando al sudeste

“De poco sirve ser invitados para el postre en el banquete de los poderosos”. La frase del presidente brasileño Luis Inacio Lula Da Silva, seguramente preparada de manera cuidadosa por sus asesores para que fuera “reproducible” por el tam-tam de los medios de comunicación internacionales, no fue sólo un golpe de efecto. El juego de Brasil en la II Cumbre India-Brasil-Sudáfrica (IBSA), realizada el miércoles 17 en la capital administativa sudafricana, Pretoria, tuvo la marca de fábrica de una política exterior caracterizada por la coherencia.

Sin conformarse con su rol ya indiscutido de potencia regional, Brasil ha venido consolidando un bloque consistente de tres países que ya no sólo aspiran a tener “un diálogo estructurado” con centros de poder como el grupo de las ocho naciones más industrializadas (G-8), sino que quieren lograr, juntos, que “nuestra voz tenga una influencia real en el tratamiento de los grandes temas mundiales”.

Pero así como Brasil sabe que necesita de India y Sudáfrica para amplificar su influencia internacional, también es conciente que negociar en solitario no es una solución ni siquiera dentro del IBSA. Por eso cuando piensa en estrechar relaciones con India quiere hacerlo como parte del Mercado Común del Sur (Mercosur), tal como lo aseguró en las páginas de The Hindu un día antes de iniciarse la cumbre. Ahí se pronunció por “un impulso poderoso” a la cooperación Sur-Sur. Tal como lo destacó el diario mexicano Milenio, Lula dijo que esto debe hacerse “en respuesta a un orden internacional lleno de desigualdades y claramente incapaz de afrontar cuestiones urgentes de desarrollo y seguridad colectiva”. En su discurso inaugural el mandatario propuso un acuerdo de libre comercio Mercosur- IBSA, el cual, según pronosticó, será “el mayor espacio de comercio libre del mundo, reuniendo a 1500 millones de personas y más de 2000 millones de dólares del Producto Bruto Interno (PBI)”. Cuando “o mais grande” se junta con otros el resultado nunca es de escala moderada.

Es posible continuar citando cifras, por ejemplo de cuánto ha aumentado el comercio entre los tres países, y todas serán generosas en ceros a la derecha, pero lo más trascendente de la consolidación de este espacio nacido en 2003, es que los avances en intercambio comercial y el reclamo de mayor peso político en la escena internacional han ido de la mano. Mientras un análisis de Paul Simao para Reuters fue titulado “Cumbre de Sudáfrica fortalece alianza que desafía al mundo rico”, la agencia de noticias de Portugal encabezó su despacho sobre IBSA diciendo que “Lula pide una nueva geografía del comercio”.

En realidad pidió más que eso. Reclamó aire fresco para Naciones Unidas y dio un paso más hacia la obtención de asientos permanentes en un Consejo de Seguridad ampliado por parte de los socios de este G3 de potencias regionales. “Somos capaces, lentamente, de renovar las instituciones multilaterales, desarrollando metodologías de participación que involucren más a la sociedad civil”, comprobó. (En la foto, cascos azules brasileños en Haití)

DOHA. Antes de llegar a Sudáfrica Lula visitó el Congo (que no debe confundirse con la República Democrática del Congo) y aprovechó para llamar a resolver las trabas de las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC (Organización Mundial do Comercio), instancia en la que Brasil e India representan a los países en desarrollo. Según la crónica del enviado especial de BBC que cubrió la gira africana de Lula, Rogério Wassermann, el mandatario indicó que los objetivos de los negociadores brasileños son conseguir ”un acuerdo amplio para que la Unión Europea facilite la entrada de los productos agrícolas de los países en desarrollo, para que Estados Unidos disminuya los subsidios que paga a su producción interna” y, en un renglón autocrítico, para que “países como Brasil flexibilicen las barreras a la entrada de productos industrializados y servicios de los países desarrollados”.

Pero Lula fue claro en señalar que todo debe hacerse tomando en cuenta la situación de cada país, ya que aquellos que “estamos en desarrollo no podemos abdicar de tener una política industrial”. Pero pedir flexibilidad no debe ser confundido con mendicidad. “Los países más pobres necesitan entender que una actitud servil no ayuda. O levantamos cabeza ahora y exigimos un acuerdo justo, o vamos a tener que pasar más de 20 años en un mundo comercialmente injusto”, vaticinó el mandatario según las declaraciones recogidas por la cadena británica.

RENACIMIENTO AFRICANO. Además de enviar un periodista acompañando los pasos de Lula en Africa, la BBC complementó su cobertura con análisis y entrevistas realizados desde Brasilia. Según Dense Baccocina, la gira por varios países africanos antes y después de la cumbre de Pretoria, no tuvo solamente el objetivo de impulsar la “diplomacia del etanol”. Brasil no quiere quedar afuera de lo que ya es conocido como el “renacimiento africano”, caracterizado por una estabilidad política relativo y un crecimiento económico que en los últimos años ha sido superior al de América Latina. Bacocina añade que ahora Brasilia está siguiendo los pasos de Washington y Pekín, que en el cambio de siglo comenzaron una ofensiva comercial y diplomática para ganar terreno en el continente africano.

Se trata, según el historiador José Flavio Sombra Saraiva, profesor de la Universidad de Brasilia, de un proceso de “nueva partición de África”, que hace imposible no pensar en el que efectuaron las potencias coloniales europeas a finales del siglo XIX. El interés en un continente que es “una de las últimas fronteras del capitalismo”, se canaliza ahora a través de acuerdos comerciales e inversiones, acotó Sombra Saraiva en declaraciones incluidas en el reporte de BBC.

INDIA NUCLEAR. Las preocupaciones del jefe de gobierno indio, el premier Manmohan Singh, no se limitaron esta semana al encuentro del IBSA. El lunes 15 se supo que el centroizquierdista Partido del Congreso de India dejó en suspenso la negociación por el polémico acuerdo de cooperación nuclear con Estados Unidos, por dudas dentro de sus filas y las de la coalición de gobierno que encabeza, la Alianza Progresista Unida, de acuerdo con la información difundida por ips La citada agencia indicó que el principal obstáculo radica en que los partidos de izquierda –y en especial el Partido Comunista- señalaron que si no se suspenden las negociaciones con Estados Unidos retirarán su apoyo parlamentario, lo que podría precipitar elecciones legislativas antes de 2009, la fecha prevista.

Recién este lunes 22 se sabrá si Singh logra destrabar este nudo político, cuando se reúna un comité multipartidario para analizar el tema. Como es sabido, India tiene armas atómicas y las probó sin haber firmado el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, protagonizando una mini guerra fría con su vecino Pakistán. Ahora que esa otra potencia regional está dando ciertos signos de inestabilidad, Washington acentúa sus acercamientos con India, un país que en los viejos tiempos bipolares estuvo en las cercanías de la Moscú soviética.

Microcosmos
El barco



La relación casi programática entre el discurso de Lula en IBSA y un poema de Pablo Neruda escrito en 1959, sugiere que en momentos de información instantánea y homogeneizada, nada resulta más actual que una vieja poesía para contextualizar un evento como la cumbre de Pretoria..


Nosotros no sabíamos
que ya todo lo tenían ocupado,
las copas, los asientos,
las camas, los espejos,
el mar, el vino, el cielo (...)

Por qué tantas ventajas para ustedes?
Quién les dio la cuchara cuando no habían nacido?

Aquí no están contentos,
así no andan las cosas (...)

Sin mesa dónde vamos a comer,
dónde nos sentaremos si no tenemos silla?
Si es una broma triste, decídanse, señores,
a terminarla pronto,
a hablar en serio ahora (...)


(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 19 de octubre de 2007)

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