24 junio 2007

La década de Tony Blair


En momentos en que despunta la estrella de quien parece encarnar la dinamización de la derecha europea, Nicolás Sarkozy, se apaga la de aquel que iba a inyectarle a la centroizquierda las vitaminas de la “tercera vía”, Tony Blair (ambos en la foto de Le Figaro). Es cierto que su nueva tarea como figura central en el intento de la comunidad internacional de resolver la crisis de Oriente Medio situará al flamante ex premier británico como un gran jugador de la política global, pero el nuevo Blair ya no será aquel joven rebelde que iba a dar por tierra con el modelo conservador construido por Margaret Thatcher.

Los balances sobre la gestión de Blair han ocupado a los principales medios europeos. Más allá de las obvias referencias a sus relativos éxitos económicos y a su nada relativo fracaso en la guerra de Irak, todos destacan la trayectoria que ha seguido una carrera que paulatinamente lo fue alejando de aquel abogado especializado en derecho laboral. Los más críticos, sin embargo, no se asombran tanto. Susan Watkins, de la New Left Review, considera a Blair el continuador de Thatcher por otros medios. Asegura que aunque Blair y su continuador, el actual premier Gordon Brown, “empaquetaron” el nuevo laborismo en un envase mediático y juvenil, su propósito era “manifiestamente neoliberal”, y su apoyo a Estados Unidos “era conocido mucho antes de la victoria electoral” que lo llevó al poder hace diez años.

En términos de política interna, la BBC opina que el resultado deja un sabor agridulce. Si bien intentó modernizar y reformar tanto el sistema de educación estatal como el sistema nacional de salud, lo hizo con énfasis en los mecanismos del mercado, para que el consumidor de los servicios públicos tenga capacidad de elección. “Esta visión de reformas basadas en la competitividad –continúa la bbc– fue muy polémica, sobre todo para el ala izquierda de su propio partido, para quienes la igualdad de oportunidades es mucho más importante que la posibilidad de elegir.”

Visto desde América Latina, el legado de los primeros años de Blair (foto) puede ser entendido como uno de los referentes del modelo que aplica la centroizquierda chilena. Esa es la opinión al menos del ex presidente brasileño Fernando Enrique Cardoso, que en su momento fue visto como el principal representante de la “tercera vía” en este continente. En la visión de Cardoso, ese marco político impulsado por el nuevo laborismo británico fue una respuesta a la globalización que pasaba por reconocer que “el mercado soluciona algunos problemas, propios del capitalismo, pero no soluciona los problemas de la gente, ni de la educación, del empleo, ni de la participación”, y por entender que “el Estado requiere mucha más vinculación con la sociedad civil, mediante organizaciones gubernamentales y formas mixtas de participación de la ciudadanía en el proceso de decisiones del Estado”. Ese legado de Blair, según el político brasileño, está presente como inspiración incluso en el actual gobierno de Lula.

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 29 de junio de 2007)

Etiquetas: