05 marzo 2004

Ataques coordinados

A la elección del día y del lugar, se le suma la perfecta coordinación de los ataques, lo que hace pensar en una cuidadosa planificación. Primero hay una explosión en la calle de Al Mahdi, que es la arteria principal de la peregrinación, ya que desemboca en el mausoleo del imán Hussein, en pleno centro urbano. Esto no provocó el grueso de las muertes, sino que tuvo el efecto de paralizar a los promesantes, quienes no sabían qué tipo de ataque era el que estaban recibiendo, si un bombardeo con morteros o la acción de un suicida. Luego se registra una segunda explosión, que en una práctica cada vez más habitual entre los grupos terroristas, mata a quienes intentan ayudar a las víctimas del primer ataque. Por lo general este segundo impacto es de mayor porte, lo que transforma al primero en un señuelo. También hay un efecto propagandístico indudable: la llamada de atención del estallido inicial obliga a enfocar las cámaras hacia un sitio en el que se podrá registrar en directo la explosión central, permitiendo que el mundo se entere del poder real de los autores de la acción y, si se buscaba una indignación en cadena de los chiitas, amplificar su efecto. Había muchos periodistas en los alrededores del lugar, buscando imágenes e impresiones de una peregrinación que por las razones ya expuesta era un acontecimiento histórico del Irak de posguerra. Así describe el hecho uno de los cronistas allí presentes: "una bola de fuego se elevó desde la acera, un sonido seco atronó la calle, dos hombres volaron por el aire y el caos se adueñaba de la ciudad santa; los peregrinos dejaron de fustigarse la espalda o herirse las cabezas tonsuradas con sus propios cuchillos y se pusieron a correr sin saber adonde ir".

==Segunda parte de cuatro

* 1- El día de la flagelación
* 3- También en Pakistán
* 4- El sospechoso

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 5 de marzo de 2004)