06 julio 2012

Cebiche de cuero (o la Eurocopa literaria)

Roberto López Belloso

Haber garabateado sus primeras letras en un colegio de nombre tan virginal como el Hans Christian Andersen de Lima no le ha enseñado corrección política a Iván Thays (foto). Eso, o aprendió en el espejo de su paisano Jaime Bayly los dividendos de la incorrección. A comienzos de año Thays fue blanco de una ciber caza de brujas por dudar de los valores nutricios de la gastronomía de su tierra.
Se defendió de los golpes diciendo que “si hay algo más indigesto que la comida peruana es el patriotismo de parroquia” y en su respuesta ya no solo apuntó contra los carbohidratos sino también contra el chauvinismo: “disentir de ese símbolo patrio recién parido que es la comida peruana merece el repudio y el amedrentamiento verbal, como solo se supone que debería ocurrir cuando uno arremete contra los símbolos patrios o religiosos en las dictaduras fascistas o el islamismo”.
Thays, uno de los bloggers estrella de El País de Madrid, originó esa polémica en “Vano oficio”, espacio calificado por su animador como “un blog personal, obsesivamente literario, enfermo de literatosis, como diría JC Onetti, según la regla que la literatura es un vano oficio, pero jamás un oficio en vano”.
Pero este escritor peruano tan finalista de premios literarios como el América de Cali de la Copa Libertadores, no parece contentarse con el escaparate peninsular y abrió su propio quiosco, bautizado esta vez “Moleskine literario”. Con una plantilla limpia y un sistema de etiquetas prolijo y útil, el aspecto de esa bitácora es tan clásico como el de la libreta que homenajea, transmutada en objeto de culto por gracia de Hemingway, quien decía escribir en sus hojas protegidas por tapas negras.
El símil futbolístico con el team cafetero viene al caso ya que el más reciente hallazgo del autor de Un lugar llamado Oreja de Perro fue incluir en su Moleskine una serie de entradas etiquetadas como “Eurocopa literaria”. Al inicio del torneo Thays le adjudicó a cada selección un escritor de bandera, y partido a partido va analizando cómo se desempeñaron los equipos en la cancha y a la vez hace una breve presentación del literato en cuestión acompañada de enlaces a entrevistas o artículos relevantes. Como era esperable hay más ingenio que talento. Falta, por ejemplo, la verdadera vena futbolera de los post mundialistas de Quintín.
Con algún exceso en la repetición de términos propios del once contra once (lo que demuestra una vez más que la capacidad de encontrar mil formas de decir la palabra pelota es una virtud que solo se adquiere con horas y horas de cama solar), el Moleskine no deja de ser una manera más o menos digna de ahogar las culpas por tantas horas perdidas ante el televisor.
En sus post se pudo seguir todo el camino del flamante campeón, España, equipo capitaneado para el caso por Enrique Vila Matas (foto) quien, por ejemplo, “logró pasar un partido que se le presentó muy difícil desde el principio, venciendo a Pierre Michon, que merecía más coraje del equipo que representaba”.
La noticia sobre la final ganada a Erri de Luca (“un escritor brillante, de pocas palabras y un lirismo inusitado para narrar historias de aprendizaje que suelen ocurrir en el territorio napolitano”) resultó tan insulsa como el juego perfecto de los dirigidos por Del Bosque. Bastante mejor estuvo su reporte sobre semifinales: “‘Injusticia, injusticia’ decía Cristiano Ronaldo mientras celebraba España en el campo. No sé si Lobo Antunes estaba viendo ese partido. Pero seguro también miró al cielo y dijo: ‘Injusticia, injusticia’ cuando le dieron el Nóbel a José Saramago, su Némesis”. ¿Sería posible un símil sureño de cara a las eliminatorias mundialistas? Difícil para Tabárez.

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 6 de julio de 2012)

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