28 marzo 2012

Día de la poesía

Roberto López Belloso

El almanaque es una gran herramienta para los buscadores de coincidencias. El acto del miércoles pasado, acto de reparación en el caso Gelman, coincidió con el Día Mundial de la Poesía. El capricho panteísta de la Unesco de homenajear a ese género literario el día del equinoccio de primavera y no en una fecha más seriamente vinculada con el devenir del hacer poético, encontró, por azar, una justificación a posteriori. El día que el Estado –no importa qué Estado, a fin de cuentas todos tienen su prontuario– reconoció la trabajosa búsqueda de justicia de un poeta, bien merece ser el Día de la Poesía.

El acto del 21 (de reparación por la desaparición en Uruguay de la nuera del poeta Juan Gelman) ocurrió cinco días después de que se cumplieran 120 años del nacimiento de César Vallejo (foto), que había nacido el 16 de marzo de 1892. Vallejo, es sabido, es reconocido por Juan Gelman como una de sus principales influencias literarias.

Lo que no es una coincidencia es pensar en "Los heraldos negros" a la hora de recordar los golpes que llevaron a Gelman a esta búsqueda incesante de décadas, que aún no termina.

Decía Vallejo en ese poema:

"Hay golpes en la vida tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma
¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte [...]"

Gelman, ya lo dijo en más de una ocasión y lo reiteró en la entrevista con Brecha que publicamos en este número, ha preferido "buscar en la pérdida algo que vuelva distinta la repetición". Sabe que "no son dolores que se puedan apagar" pero puede encontrarse en ellos "algún poder afirmativo".

La poesía es buena consejera para esto.

En 1980, cuando la búsqueda del poeta estaba todavía en la oscuridad, escribió un puñado de poemas para el hijo desaparecido.

De uno de ellos tomamos el título de tapa de esta edición.
¿desmadrado volás por tu consuelo? /
¿sombras endulzan tu morir muchísimo?/
¿ya vas desapegado de lo que
tiraba para atrás tu almita como
dicha en la mano?/ ¿calentás la noche?/
¿hablás por las paredes del dolor
contra la contra?/ ¿alzás tu hijar o brasa?/
¿quemás la noche del verdugo?/ ¿sos?/
¿pegás con tu dolida?/ ¿desamado
diseminás tu luz/ calor/ o tierna/
que te ponía llantos de querer
al pie de tu solito?/ ¿o compañero?

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 23-III-2012)

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