El mito de la Gran Albania (parte 2)
El temor de una alianza entre los albanokosovares y los albaneses de Macedonia fue lo que ocho años después de la independencia llevó a sectores macedonios a protestar por la llegada de refugiados desde Kosovo. Temían que los 300 mil albanokosovares que huían de las tropas de Milosevic cambiaran el balance étnico de Macedonia, donde oficialmente hay un veintitres por ciento de albaneses y un setentaycinco por ciento de macedonios, aunque fuentes independientes estiman que los albaneses podrían estar cerca del cuarenta por ciento.
Cualquier porcentaje, sin embargo, es engañoso. El principal riesgo de este equilibrio radica en su falta de uniformidad. No se trata de un veintitres por ciento, o un cuarenta, distribuido en todo el país. De ser así podría hablarse claramente de una mayoría macedonia y una minoría albanesa compartiendo el mismo territorio. La realidad muestra que en Macedonia Occidental los albaneses son mucho más de la mitad de la población, llegando en algunas zonas a bordear el noventa por ciento. Esta distribución, por registrarse en las fronteras con Albania y con Kosovo, alienta a los nacionalistas radicales a proclamar su integración a la ‘Gran Albania’. Transformar esta composición étnica en base social de un grupo armado, es lo que seguramente estaba en los planes de los guerrilleros albanokosovares cuando el 7 de marzo decidieron penetrar en territorio macedonio,
Gobernando con el enemigo
Las fuerzas armadas macedonias podrán retomar el control de la situación si es que no se produce el alzamiento de los albaneses de Tetovo con el que soñaban los guerrilleros albanokosovares. La causa del pronóstico no radica en el poder de fuego del ejército macedonio, que de no ser por los fusiles entregados por el gobierno alemán no serían otra cosa que unos diez mil soldados mal pertrechados, sino en la actitud tomada por los líderes políticos de los albaneses de Macedonia que se apresuraron a condenar el ataque de la guerrilla y llamaron a sus bases a mantenerse al margen de los combates. Pero el tiempo parece correr a favor de los guerrilleros. Cumplida la primer semana de combates la posición del liderazgo albanés ya no era tan monolítico. El rector de la Universidad de Tetovo, Fadil Sulejmani, dijo a El País de Madrid el sábado pasado: 'No tenemos otra salida que tomar las armas para defendernos y defender la cultura albanesa frente a los macedonios eslavos'
En la época de la Yugoslavia comunista, liderada por Josip Broz ‘Tito’, tanto los albaneses de Kosovo como los de Macedonia estaban en una mejor situación que en la actualidad. Los primeros tenían una autonomía que los convertía casi en una república más de la Federación, derecho que les fue quitado por Milosevic y que contribuyó a azuzar el fuego del conflicto que desembocó en 1999 en los bombardeos de la OTAN; en tanto que la constitución de la vieja Yugoslavia les daba a los albaneses el mismo estatus que a los macedonios, considerando a Macedonia como una república de dos naciones. La independencia macedonia de 1991 no sólo borró de la carta magna las referencias al socialismo sino que también eliminó a los albaneses, relegándolos a la posición de ‘minoría’. Las cosas parecieron empeorar luego de las primeras elecciones, que fueron ganadas por un partido manifiestamente anti-albanés. Sin embargo, diferentes hechos políticos y crisis parlamentarias llevaron a que la situación cambiara radicalmente en 1999, a pesar que el partido triunfante en los comicios de ese año fue el mismo de aquellos comienzos tan poco auspiciosos para los albaneses. Los antiguos enemigos se convertían en aliados, y los albaneses obtenían puestos ministeriales y la promesa de solución a los problemas étnicos más urticantes, como el de la universalización del derecho a recibir educación en la propia lengua. La etnia mayoritaria, los macedonios, no se mostraron demasiado entusiasmados por estas alianzas realizadas a nivel de cúpulas.
Como escribía Duncan Perry (foto) en el número de marzo de 2000 de Current History, "la memoria histórica de los abusos de los musulmanes otomanos sobre los macedonios cristianos" hace a los albaneses, de religión musulmana, sospechosos de una culpa ancestral que se suma al temor de que, al igual que les ocurrió a los serbios en Kosovo, los macedonios sean algún día superados en número por los albaneses dentro de su propio país. Si bien los ingredientes para el estallido existen, la nueva situación de cogobierno parece insinuar que los combates de Tanuseva no serán la chispa que lo encienda. La decisión de la OTAN de solicitar a las tropas del nuevo gobierno serbio que se hagan cargo de la lucha contra la otra guerrilla albanesa, el llamado Ejército de la Liberación de Presevo, Medveda y Bujanovac (ELPMB) que actúa en el sur de Serbia, parece completar un panorama poco auspicioso para quienes pensaron que la intervención occidental daría por resultado un Kosovo independiente, primer paso para la creación de la ‘Gran Albania’.
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Artículo de Roberto López Belloso publicado en el suplemento Quepasa (Diario El País) el 24 de marzo de 2001
Cualquier porcentaje, sin embargo, es engañoso. El principal riesgo de este equilibrio radica en su falta de uniformidad. No se trata de un veintitres por ciento, o un cuarenta, distribuido en todo el país. De ser así podría hablarse claramente de una mayoría macedonia y una minoría albanesa compartiendo el mismo territorio. La realidad muestra que en Macedonia Occidental los albaneses son mucho más de la mitad de la población, llegando en algunas zonas a bordear el noventa por ciento. Esta distribución, por registrarse en las fronteras con Albania y con Kosovo, alienta a los nacionalistas radicales a proclamar su integración a la ‘Gran Albania’. Transformar esta composición étnica en base social de un grupo armado, es lo que seguramente estaba en los planes de los guerrilleros albanokosovares cuando el 7 de marzo decidieron penetrar en territorio macedonio,
Gobernando con el enemigo
Las fuerzas armadas macedonias podrán retomar el control de la situación si es que no se produce el alzamiento de los albaneses de Tetovo con el que soñaban los guerrilleros albanokosovares. La causa del pronóstico no radica en el poder de fuego del ejército macedonio, que de no ser por los fusiles entregados por el gobierno alemán no serían otra cosa que unos diez mil soldados mal pertrechados, sino en la actitud tomada por los líderes políticos de los albaneses de Macedonia que se apresuraron a condenar el ataque de la guerrilla y llamaron a sus bases a mantenerse al margen de los combates. Pero el tiempo parece correr a favor de los guerrilleros. Cumplida la primer semana de combates la posición del liderazgo albanés ya no era tan monolítico. El rector de la Universidad de Tetovo, Fadil Sulejmani, dijo a El País de Madrid el sábado pasado: 'No tenemos otra salida que tomar las armas para defendernos y defender la cultura albanesa frente a los macedonios eslavos'
En la época de la Yugoslavia comunista, liderada por Josip Broz ‘Tito’, tanto los albaneses de Kosovo como los de Macedonia estaban en una mejor situación que en la actualidad. Los primeros tenían una autonomía que los convertía casi en una república más de la Federación, derecho que les fue quitado por Milosevic y que contribuyó a azuzar el fuego del conflicto que desembocó en 1999 en los bombardeos de la OTAN; en tanto que la constitución de la vieja Yugoslavia les daba a los albaneses el mismo estatus que a los macedonios, considerando a Macedonia como una república de dos naciones. La independencia macedonia de 1991 no sólo borró de la carta magna las referencias al socialismo sino que también eliminó a los albaneses, relegándolos a la posición de ‘minoría’. Las cosas parecieron empeorar luego de las primeras elecciones, que fueron ganadas por un partido manifiestamente anti-albanés. Sin embargo, diferentes hechos políticos y crisis parlamentarias llevaron a que la situación cambiara radicalmente en 1999, a pesar que el partido triunfante en los comicios de ese año fue el mismo de aquellos comienzos tan poco auspiciosos para los albaneses. Los antiguos enemigos se convertían en aliados, y los albaneses obtenían puestos ministeriales y la promesa de solución a los problemas étnicos más urticantes, como el de la universalización del derecho a recibir educación en la propia lengua. La etnia mayoritaria, los macedonios, no se mostraron demasiado entusiasmados por estas alianzas realizadas a nivel de cúpulas.
Como escribía Duncan Perry (foto) en el número de marzo de 2000 de Current History, "la memoria histórica de los abusos de los musulmanes otomanos sobre los macedonios cristianos" hace a los albaneses, de religión musulmana, sospechosos de una culpa ancestral que se suma al temor de que, al igual que les ocurrió a los serbios en Kosovo, los macedonios sean algún día superados en número por los albaneses dentro de su propio país. Si bien los ingredientes para el estallido existen, la nueva situación de cogobierno parece insinuar que los combates de Tanuseva no serán la chispa que lo encienda. La decisión de la OTAN de solicitar a las tropas del nuevo gobierno serbio que se hagan cargo de la lucha contra la otra guerrilla albanesa, el llamado Ejército de la Liberación de Presevo, Medveda y Bujanovac (ELPMB) que actúa en el sur de Serbia, parece completar un panorama poco auspicioso para quienes pensaron que la intervención occidental daría por resultado un Kosovo independiente, primer paso para la creación de la ‘Gran Albania’.
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Artículo de Roberto López Belloso publicado en el suplemento Quepasa (Diario El País) el 24 de marzo de 2001
Etiquetas: Balcanes, Kosovo 2000/2002, Macedonia
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