08 septiembre 2003

La otra guerra del petróleo

Cuatro compañías petroleras han detenido sus tareas por “el deterioro en las condiciones de seguridad”. La producción de crudo ha caído en un diez por ciento debido al conflicto. No nos referimos a Irak, sino a Nigeria, el sexto exportador mundial de petróleo. Este país africano, que extrae del delta del río Níger dos millones de barriles cada día, vive una triple inestabilidad cuyos factores no siempre pueden tomarse de manera aislada. Por una parte, hay una frágil institucionalidad que ha experimentado largos períodos de gobiernos autoritarios, por otra parte existe un profundo conflicto religioso derivado de la instauración de la ley islámica en varios estados del norte del país, a lo que se le debe sumar un tercer eje de tensión, la violencia étnica entre tribus rivales.

Esto último está en el centro de la crisis que ha llevado a la Total Fina Elf (francesa) y a las multinacionales Chevron, Texaco y Shell, a suspender sus actividades en el país. Según informaciones provenientes tanto de la agencia independiente afrol News como de la cadena británica BBC, los ijaws y los itsekiris se han enfrentado por un diferendo de mecánica electoral con olor a petróleo. Este 19 de abril se realizarán elecciones generales en Nigeria, y desde comienzos de año se está diseñando la ubicación de las mesas y los tamaños de las circunscripciones. En un país con fuertes clivajes étnicos, como es Nigeria, esta operación es más importante que la propia campaña electoral, ya que de cómo queden equilibradas las aldeas de cada tribu dentro de una circunscripción depende de qué etnia sea el candidato que logre cada banca, lo que luego se reflejará en términos de equilibrios parlamentarios. Los ijaws dicen que este intento de marginarlos de los centros de decisión legislativos, tendrá como consecuencia que se queden con las manos vacías en el reparto de las ganancias petroleras, a pesar de que son la etnia mayoritaria en la zona de la que se extrae. La discusión llevó a los enfrentamientos armados, y hasta esta semana los muertos ya habían llegado a los sesenta. Los itsekiris aseguran que las milicias ijaws están incendiando sus aldeas y atacando indiscriminadamente a hombres armados y civiles indefensos, incluyendo mujeres y niños, en lo que podría ser un intento de limpieza étnica pre-electoral.

Las versiones sobre quién está enfrentándose con quién, difieren según la fuente de información que se utilice. Para la BBC, los combates son entre milicias armadas de ambas etnias, mientras el ejército se mantiene al margen. La cadena británica indica que el actual Presidente de la República, Olusegun Obasanjo (foto), está reticente a usar la fuerza para imponer el orden, ya que quiere evitar descontrol y matanzas como las del año 2000, las cuales afectarían sus posibilidades de reelección. Para Afrol News, sin embargo, las fuerzas armadas sí están tomando parte, y no precisamente de manera imparcial sino favoreciendo a la etnia itsekiri, tal como acaba de ocurrir en la aldea de Okerenkoko. Los itsekiris ya fueron protagonistas de otros enfrentamientos en el delta del Níger, que se registraron en febrero por el mismo diferendo del tamaño de las circunscripciones, esta vez en la ciudad de Warri y teniendo como rivales a los urhobo. Por el momento la tensión permanece, aunque el vocero del Ejército, Onwuamaegbu Chukwuemeka, aseguró que los militares están retomando el control del terreno.

(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha en setiembre de 2003)

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