¿Será Irak un nuevo Líbano?

Esta significación abre el abanico de los posibles autores, e incluye a los grupos armados sunníes, a los restos de los servicios de seguridad de Hussein, y a grupos chiitas radicales opuestos al liderazgo contemporizador de Mohammad Baqer al-Hakim. De todas estas hipótesis, la primera es la más peligrosa. Un ataque de los restos del husseinismo no deja de ser una medida desesperada, y un golpe de los chiitas radicales puede ser neutralizado de manera relativamente sencilla al interior de esa comunidad. Pero si el detonador aparece en manos de milicias sunníes, el país puede encaminarse hacia el escenario de libanización que pronosticó Gustavo Sierra en la edición de Clarín del pasado sábado.
La división entre sunníes y chiitas es muy sensible a los enfrentamientos políticos, ya que ese cisma fue, antes que nada, una puja por el poder terrenal, y se articuló alrededor de la figura del yerno del profeta Mahoma, llamado Alí ibn Abi Talib, cuarto califa, quien se supone que está enterrado, precisamente, en la mezquita de Nayaf. El propio Alí tuvo la vida de un guerrero, y libró alguna de sus batallas en Basora, ciudad claramente reconocible en el atlas de esta segunda Guerra del Golfo. El término 'chiita' deriva de la frase árabe shiat Alí, que significa 'los partidarios de Alí'. Nombra al grupo de musulmanes que le consideraban cabeza del único tronco dinástico con derecho a considerarse heredero legítimo de Mahoma. Esto los fue separando de otras ramas del Islam, en especial de los sunníes, y les llevó a configurar su doctrina del imanato. Como ocurre en todos los aspectos relacionados con el mundo musulmán, no hay espacio para las simplificaciones. Debe tenerse en cuenta que no todos los chiitas cuentan del mismo modo a los imanes, y si bien la mayoría reconoce que el imán anterior designa a su sucesor, a veces no se ponen de acuerdo en cuál de los hijos de cada imán fue nombrado heredero, lo que en un movimiento tan fuertemente pautado por lo político, provoca a su vez nuevas subdivisiones. Hay grupos, entre ellos algunas de las ramas del subtronco chiita ismailí (los cármatas y los bohras) que creen que se produjo en algún momento de la historia un quiebre en la línea de los imanes, y esperan la llegada del verdadero imán, el Mahdí. Tal complejidad brinda el marco ideal para que diversos grupos armados se sientan teológicamente legitimados para disputarse el poder en las sagradas tierras de Irak, e intentar decidir de una vez por todas la vieja batalla del Camello, ocurrida en el año 656, cuando se enfrentaron las fuerzas de Alí contra las de Tahla y Zubair, dos antiguos compañeros de Mahoma que luchaban con el apoyo de Aisha, tal vez la viuda del profeta que conservó mayor peso político después de la muerte del fundador del Islam.
(Artículo de Roberto López Belloso publicado en Brecha el 05 de setiembre de 2003)
Etiquetas: Irak 2001/2004
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